Más soluciones y menos declaraciones
Y no es cuestión de echar la culpa a la otra parte, como estarán pensando al leer estas líneas, es cuestión de dar soluciones y no trasladarnos sus problemas, que la gente ya tiene los suyos propios.
Siempre es más o menos así, pero la concentración de episodios en poco tiempo hace que el desencuentro habitual entre administraciones de distintos signo político se convierta en un esperpento.
Es el espectáculo al que estamos asistiendo entre las declaraciones cruzadas del Gobierno regional (PSOE) y el Ayuntamiento de Guadalajara (PP) en las últimas semanas.
Ya es ridículo discutir públicamente sobre quién debe ejecutar un nuevo acceso al Hospital General de Guadalajara, pero lo de tirarse los trastos a la cabeza sobre quién es el culpable de que ‘Historia de una escalera’ no tenga fecha de representación en la ciudad natal de su autor y en el teatro que lleva su nombre, Antonio Buero Vallejo, raya el insulto a los ciudadanos. Por mencionar solo algunas de las últimas tragicomedias en cartelera, y sin entrar a valorar quién lleva o deja de llevar la razón, porque la razón, en esta realidad deformada, la pierden todos.
Si nuestros representantes públicos son incapaces de cerrar la representación de un espectáculo que no es el que ellos mismos protagonizan, es ‘comprensible’ que cuando se trata de asuntos de mayor enjundia, como es el ordenamiento del tráfico en el entorno del hospital, la cosa se complique hasta extremos insospechados.
Pero resulta que no les hemos elegido para que nos trasladen los problemas de la gestión del día a día, sino para que solucionen, o al menos lo intenten, los problemas de los ciudadanos y nos hagan la vida un poco más fácil.
Por eso, señores, limen sus diferencias sentados alrededor de una mesa de trabajo, como personas educadas y responsables que se les presupone, y como mayores de edad, no como niños de parbulario a la salida del colegio esgrimiendo continuamente el ‘y tú más’. Aunque solo sea por el sueldo que ganan, esperamos algo más de ustedes, los representantes públicos, los gestores de lo público, porque así solo se están poniendo en ridículo ustedes y a sus respectivos equipos y seguramente éstos no se lo merecen.
Y no es cuestión de echar la culpa a la otra parte, como estarán pensando al leer estas líneas, es cuestión de dar soluciones y no trasladarnos sus problemas, que la gente ya tiene los suyos propios. Sin ir más lejos, el de cómo llegar al hospital.
Porque mientras ustedes siguen eludiendo sus responsabilidades y tirando la pelota al tejado del vecino, mientras llenan páginas o minutos de palabras vacías en los medios de comunicación, los que tenemos que acudir al hospital nos seguimos comiendo los atascos diarios, y perdiendo tiempo y nervios en busca de un aparcamiento. Menos mal que, entre tanto, podemos ir escuchando la radio, en la que, ¡vaya ironía!, salen ustedes representando ese esperpéntico espectáculo en el que convierten la gestión pública.