Medicina rural, ¿ Y ahora qué?
La medicina rural es diferente y el cambio generacional está próximo. ¿Estamos preparados realmente para ese cambio? ¿Los nuevos médicos se plantean ir a las zonas rurales de dificil cobertura?.
Próxima a iniciarse la segunda década del siglo XXI, queda lejos aquel mes de julio de 1987 en el que comencé a trabajar como médico de Atención Primaria en el Centro de Salud de Sigüenza. Desde entonces, muchas cosas han cambiado en la Sanidad Pública. En estos momentos, el debate sobre el futuro de la sanidad tal y como la conocemos en las zonas rurales, está en plena ebullición.
Es un hecho constatable que existe una carestía de médicos a todos los niveles y éste es un problema que, en tiempo relativamente corto, va a afectar especialmente a nuestros pueblos. Hemos pasado de que en las décadas de los 80 y 90, la lista de médicos en paro estaba a rebosar de profesionales ávidos de trabajar donde fuera para acumular puntos de cara a conseguir una interinidad o plaza en propiedad, a la ausencia de los mismos para cualquier eventualidad.
En estos momentos las Zonas Básicas de Salud de ámbito rural están en su mayoría cubiertas por profesionales que llegaron a esta provincia en esa época y que ven como su jubilación se acerca. Médicos curtidos en la sanidad rural y con miles de kilómetros en el ejercicio de su profesión sin ningún tipo de ayuda.
La medicina rural es efectivamente diferente y el cambio generacional está próximo.
¿Estamos preparados realmente para este cambio? ¿Los nuevos médicos se plantean ir a las zonas rurales de difícil cobertura? ¿Los pueblos generan alicientes a los nuevos médicos? ¿Se quedará el medio rural sin el número suficiente de médicos para dar una atención adecuada? Evidentemente el trabajo en el medio urbano, con todo con lo que conlleva tanto a nivel profesional como económico, lleva todas las de ganar.
España es un país que no se caracteriza precisamente por aportar soluciones anticipándose a los hechos que se ven en un horizonte no muy lejano. Por eso es muy loable que administraciones regionales como la Junta de Castilla León, haya declarado que las zonas de difícil cobertura sanitaria contarán con un plus económico anual como incentivo, pero esta propuesta genera dudas en cuanto si es suficiente como para atraer a los médicos. Serían necesarias otra serie de medidas que se me ocurre que podrían girar en torno a cuestiones como: medios materiales y tecnológicos adecuados, formación prioritaria, desarrollo de la carrera profesional, sustituciones retribuidas, flexibilidad horaria, ayudas en la adquisición de vehículos para el desempeño de nuestro trabajo, pago por kilometraje acorde a los tiempos actuales,….y muchas más que podrían plantearse en una mesa de negociación con la administración.
Si no hay ayuda para las zonas rurales, en todos los aspectos, los pueblos están condenados a su extinción en un plazo no muy lejano en favor de las zonas urbanas que curiosamente son las que deciden el futuro de aquellos.