Mismos argumentos

22/06/2011 - 00:00 Redacción

 
Segunda sesión y primer asalto de la nueva etapa que inicia la comunidad autónoma. Ayer, la ya presidenta de Castilla-La Mancha, Mª Dolores de Cospedal afrontaba la segunda sesión del Debate de Investidura que la convertía, formalmente en la primera fémina que ocupa la presidencia de la región. Antes de la votación que la encumbraba con los 25 votos a favor del Grupo Parlamentario Popular, frente a los 24 votos en contra del Grupo Parlamentario Socialista, la líder popular escuchaba los argumentos de un José María Barreda, que tampoco se salió de su discurso. Preguntas sobre el modo de crear empleo, la política energética o la eliminación del trasvase Tajo-Segura centraron el mensaje del presidente saliente, quién no quiso dejar la oportunidad de reprochar, de nuevo a Cospedal, la compatibilidad de su cargo de presidenta con el de Secretaria general del PP. Lo dicho, nada nuevo que no se haya venido escuchando durante los últimos meses en los distintos envites lanzados desde las filas socialistas. Quizá lo más jugoso de la sesión de ayer fue la rotundidad con la que la popular afrontó esas preguntas aunque su mensaje no difirió lo más mínimo de lo argumentado durante la campaña electoral. En el asunto nuclear, volvió a considerar que Guadalajara ha sido una provincia “lo suficientemente solidaria” en esta materia y que, por lo tanto, de acuerdo a la normativa aplicable “no debe instalarse” el ATC. Eso sí, eso no implica que haya que declarar “a Castilla-La Mancha entera antinuclear”. Y en cuanto al trasvase, aseguraba que no va a utilizar el agua como “un tema de confrontación política y partidista” apuntando que basará su política hidráulica en garantizar el agua para la región. Lo dicho, nada nuevo en cuanto a argumentos esgrimidos por PP y PSOE, aunque en esta ocasión se lanzaban desde posiciones radicalmente diferentes a las existentes durante la última legislatura. Un pequeño gran detalle, a tener en cuenta.