Navidad con nuevo obispo

A  las cinco de la tarde de ayer viernes, don Julián Ruiz Martorell tomaba posesión territorial de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, con su parada en la primera localidad de la provincia que se encuentra en el recorrido hasta Sigüenza- Alcolea del Pinar, visitando también la segunda, Barbatona-, donde fue recibido por el que desde hoy será obispo emérito, don Atilano, entre otros que formaban la comitiva. Este sábado, cumpliendo la tradición de llegar montado sobre una yegua blanca, ha tomado posesión del cargo en la Catedral, convirtiéndose en el 97 de los obispos documentados. Momento histórico el que se ha vivido en la ciudad del Doncel con numerosa asistencia de autoridades, obispos, sacerdotes y fieles.

Enhorabuena al nuevo prelado al que deseamos el máximo de los aciertos en la gestión de nuestra diócesis, y debida gratitud a don Atilano por el legado que deja, principalmente el Sínodo, en fase de conclusiones. El relevo al frente de la iglesia llega en víspera de uno de los días más significativos para los cristianos, centro mismo de las fiestas de Navidad que vivimos, en el que se conmemora el nacimiento del Niño Dios en una noche de reencuentros familiares, villancicos, recuerdo de quienes nos faltan y deseos de felicidad para todos. En este año, con la actividad turística cancelada en los santos lugares por culpa del recrudecimiento de un conflicto que se prolonga desde hace décadas, debemos alzar más aún la voz para clamar por la paz en el mundo en todas las guerras que nos avergüenzan como sociedad, exigiendo el cese de la violencia. Son fechas entrañables, de compartir momentos con las personas más queridas, acordarnos de quienes están solos, enfermos o sufren por cualquier circunstancia, ser solidarios con quienes lo necesitan, mejorar nuestra convivencia con los demás, establecer puentes de entendimiento frente a las discrepancias y  enfrentamientos. Hagámoslo y mantengámoslo en el tiempo.  Feliz Navidad a nuestros lectores y a toda Guadalajara.