Navidad

23/12/2018 - 12:24 Pedro Villaverde Martínez

Luces en abundancia y de todos los colores engalanan las calles de las ciudades. La música suena alegre por cualquier rincón de la ciudad...

El divide y vencerás suele estar más presente en la vida del hombre de lo que solemos pensar. La naturaleza parece ayudar también a esta tarea y así vemos que la Historia vamos dividiéndola en Edades y Siglos, los siglos en años, los años en meses… Nos encontramos así de nuevo metidos en esta época que llamamos invierno y con su llegada en la Navidad, tiempo de venida o llegada, desde la del Dios hecho hombre en niño indefenso, después de esa época de espera, llamada adviento. Esta venida o llegada de Dios encarnado para acampar entre los hombres es lo más importante religiosamente hablando, el núcleo de unos días que luego los empleamos para periodo vacacional, días de reencuentros alegres y de ausencias tristes, días de villancicos que se escuchan o escuchaban, quizá más en otras épocas, pero que anuncian que ese Dios de todos ha llegado ya. La sonrisa parece más ancha en nuestra cara, los carteros, antes más que ahora, eran portadores en sus valijas de todos esos buenos deseos que por esta época parecen aflorar y hacer más patente su presencia. Los ordenadores y los móviles están siendo los sustitutos en grandísima medida para esas felicitaciones y deseos de felicidad. Los sentimientos suelen ser los mismos, como muy bien retratara Azorín, pero los medios de expresarlos van cambiando con el tiempo.Luces en abundancia y de todos los colores engalanan las calles de las ciudades. La música suena alegre por cualquier rincón de la ciudad, la gente parece estar más alegre…es el espíritu navideño que por unos días se instala por cualquier lugar…Luego pasan esos días y todo vuelve a lo normal, al ajetreo diario… Pero con la cuesta de enero el crudo invierno parece instalarse hasta en los gestos de la cara que se vuelve más seria y hasta sombría esperando la sonrisa del fin de semana o del puente vacacional. Así de sencillo y de complicado a la vez parece o tal vez lo sea el género humano. El villancico nos recuerda con música aquello de la Nochebuena se viene. La Nochebuena se va… Qué felices seríamos o es que lo aparentamos si la Navidad fuera permanente.. Sólo tenemos momentos felices, que al pensar en ellos parecen dejar de serlo. Que esta Navidad nos llene a todos de esa felicidad tan deseada como ausente a veces.