No al trasvase

08/08/2015 - 23:00 Pedro Villaverde Embid

De aquella famosa campaña del ‘Todos contra el fuego’ a la que hoy desearíamos fuese ‘todos contra el trasvase Tajo-Segura’ y no por falta de solidaridad porque siempre hemos defendido que la política hidráulica debe ser única para toda España y las derivaciones de agua en función de las necesidades de cada zona y con sus correspondientes compensaciones. La realidad, sin embargo, se encarga de demostrar la falta de consideración y de criterio con los pueblos ribereños cada vez que pese al lamentable estado de sus pantanos se aprueba un nuevo trasvase. Llevamos décadas con el mismo problema, se suceden los distintos gobiernos y siempre se repite la misma historia como dice la canción. Ahora, por lo menos, vemos un cambio en la letra, aunque no en la música, con el nacimiento de una plataforma ciudadana de afectados por el trasvase, culminación de un movimiento de creciente indignación que cuenta con el respaldo de la Junta de Comunidades, el PSOE, el Ayuntamiento de Sacedón y que también ha sido recibida ya por el presidente de la Diputación. Es la primera vez que en las viviendas particulares y los establecimientos de Sacedón cuelgan pancartas de rechazo frontal al trasvase y es que los vecinos ven como los terrenos un día llenos de agua hoy están secos, su pantano está como vulgarmente se dice ‘pelado’, el turismo baja, su desarrollo se ve afectado llevando a la despoblación y al abismo y mientras su poca agua (el mínimo garantizado es insuficiente) se lleva a otros lugares, no para consumo humano, que tendría justificación, sino para regar sus ya fértiles huertas. El trasvase Tajo-Segura es una desvergüenza que debería llevar a toda nuestra provincia a salir a la calle con pancartas y altavoces para mostrar un total rechazo y a los políticos provinciales y regionales, de todos los signos políticos, a buscar el diálogo para fijar unos planes hidrológicos racionales y justos para las partes implicadas. La consejera de Fomento, la alcarreña Elena de la Cruz, quiere sentarse con la ministra de Agricultura para fijar unos criterios en los que se tengan en cuenta las necesidades de las distintas cuencas. El agua es fuente de vida y riqueza y no se puede obligar a nadie a dar lo que no le sobra para que se lo quede el que encima no tiene tanta carencia pero que se ha acostumbrado a vivir de la derivación, o sea de los demás y del cuento.