“¡No quiero que mi niño pase frío!”

16/02/2022 - 12:45 PACO CAMPOS

Ésta es la principal preocupación de los guadalajareños ante el posible comienzo de la guerra en Ucrania y sus efectos sobre el suministro de gas, entre otros. En el gráfico de Google podemos ver que Guadalajara se encuentra a 4.100 kilómetros del lugar más caliente del planeta, la península de Crimea, en Ucrania. Geográficamente, muy lejos. Muy cerca económica y militarmente hablando. Hoy era el DÍA DE LA INVASIÓN  rusa al territorio ucraniano y, sin embargo, de momento, no se ha producido. Los alcarreños, y el medio millar de ucranianos residentes en la provincia, estamos de enhorabuena por motivos que desvelaré más adelante y que nos afectarían, y nos están afectando, directamente.

No se sabe si por el spoiler del presidente americano Biden, que desveló las informaciones de la inteligencia de EE UU la fecha de la incursión hace una semana; si por muestras de buena voluntad rusa o por una acción de despiste, el tiro le ha salido por la culata al mandatario estadounidense, nunca mejor dicho. Rusia empieza a retirar el exceso de tropas en la zona, en especial de Crimea, zona que los rusos ya invadieron  en 2014. Una buena noticia para los alcarreños, que ya llevamos meses que la situación nos está afectando, al igual que toda España y toda Europa… Aún queda por saber que pasará tras el reconocimiento oficial de Rusia de la independencia de los territorios prorrusos autoproclamados independientes del este.

 

¿Cómo estamos padeciendo la crisis?

  • Subida de la luz, en más de un 50 por ciento.
  • Subida de los carburantes: El barril de petróleo cotiza hoy por encima de los 90 dólares.
  • Subida del gas (el 8,7% del gas que importamos el año pasado vino de Rusia, a lo que se suma el cierre del gasoducto marroquí). El precio del gas natural se ha disparado un 320%.
  • Subida de la cesta de la compra. El IPC alcanzó el 6,1% en enero.

 

¿De qué nos libramos, por el momento?

En términos económicos:

  • Subida aún más acusada de los carburantes: La compra de combustibles representó casi un 83% de importaciones, siendo este el principal material que se encarecería aún más en España.
  • Posible desabastecimiento de gas.
  • Un incremento aún más acusado del IPC.
  • En relación con las exportaciones a Rusia, se interrumpiría drásticamente la de  vehículos, prendas de vestir y alimentos.
  • Una fuerte bajada de los ingresos del Estado y de las empresas, derivada del descenso de la actividad comercial, que, por otra parte, se vería muy afectada por el riesgo de extensión de la guerra, con la consiguiente limitación preventiva de los desplazamientos.
  • Incremento del paro y aumento de los impuestos directos e indirectos.

En términos bélicos:

  • Incremento de tropas españolas en las zonas fronterizas con Ucrania, derivada de nuestros compromisos de la OTAN.
  • Extensión de la guerra a Europa si el conflicto se prolongara durante varios meses.
  • Riesgo de escalada global, con imprevisibles consecuencias.
  • Desarrollo de una guerra convencional por un tiempo desconocido y con unas limitaciones que no se pueden controlar.

En Guadalajara respiramos con alivio. Esta tregua, en medio de la guerra fría, será un gran paso hacia la estabilización de la zona, o será Pan para hoy y hambre para mañana? En esta línea, como suelo decir irónicamente, “A mí no me pagan para pensar”. Por el momento, nos libramos. Yo sólo quiero una cosa: Que no le falte de nada a mi hijo.