Normalidad 'precovid'
Levanta el ánimo pensar en unas navidades más reconocibles en su parte festiva, en la que familias y amigos nos juntemos con menos miedo o en que las ciudades recuperen sus actos sociales de siempre, festividades y ocasiones mil para la reunión y el negocio.
Buenas noticias son ya a finales de septiembre, después de un agosto sin fiestas pero con celebraciones, que los datos de la pandemia sean decrecientes en todos los parámetros. El semáforo se pone verde y llega el momento de liberalizar gran parte de las restricciones en el desarrollo de actividades que venimos aplicando, en particular los aforos limitados o esa barra del bar vacía. Los botellones del verano no se traducen en empeoramiento, como en otras ocasiones- recordemos la Navidad- y ello significa que el virus decae, que los momentos delicados, álgidos y dramáticos van quedando atrás aunque cada día se sigan notificando muertes y cada una de ellas sea una catástrofe. Debemos seguir vacunando, vacunando y vacunando, haciendo de la higiene bandera y sin quitarnos en espacios cerrados el molesto tapabocas que en invierno sirve de abrigo y protección también frente a otros virus.
Levanta el ánimo pensar en unas navidades más reconocibles en su parte festiva- pues su trasfondo para los creyentes es siempre el mismo-, en la que familias y amigos nos juntemos con menos miedo o en que las ciudades recuperen sus actos sociales de siempre, festividades y ocasiones mil para la reunión y el negocio. Dieciocho meses es demasiada pesadilla colectiva. Queda ahora conservar ciertos cuidados, implementar algunos hábitos, mantener vivos en la memoria a los que no han podido salir de la enfermedad y poner en valor a la sociedad en general porque ha respondido- salvo minoritarias excepciones- al reto de sobrevivir.
Comunidad educativa, sanitaria o fuerzas de seguridad recibirán la medalla de oro de la ciudad. Ellos, los empleados de gasolineras, supermercados, servicios de limpieza, la gente del campo, los del transporte, los que sacaron adelante sus empresas trabajando desde casa, los periodistas al pie de la noticia explicando las cambiantes medidas, muchos buenos políticos, colectivos y particulares haciendo mascarillas o acercando alimentos y medicinas a los más vulnerables…. Todos juntos vamos a superar en tiempo récord una pandemia. Queda trecho y oficio pero la normalidad ‘precovid’, la verdadera volverá a nuestras vidas.