Plan General de Ordenación Urbana de 1999, los edificios singulares y Puerta Centro (la Ciudad del Transporte)
En Guadalajara a lo largo de los siglos XX y XXI se han llevado a cabo diversos planes urbanísticos. El 22 de junio de 1917, el Ayuntamiento aprobó el proyecto de ordenación redactado por el arquitecto Francisco Checa.
El Plan General de Ordenación Urbana (P.G.O.U) es un instrumento básico para ordenar el urbanismo y la edificación de una ciudad, clasificar el suelo y determinar los equipamientos necesarios para el desarrollo sostenible de la misma. En Guadalajara a lo largo de los siglos XX y XXI se han llevado a cabo diversos planes urbanísticos para ordenar su crecimiento y dotarla de los equipamientos necesarios de sistemas locales , exclusivos para el polígono, objeto de un Plan Parcial o de sistemas generales que afectan a toda la ciudad.
El 22 de junio de 1917, con motivo de las expectativas creadas por la llegada de la Fabrica Hispano-Suiza , el Ayuntamiento, que presidía como alcalde (1909-1918) Miguel Fluiters Contera ( 1874-1952), aprobó el proyecto de ordenación urbanística de la zona, redactado por el arquitecto municipal Francisco Checa Perea ( 1888-1931), que calificaba como urbanos los terrenos situados entre el puente del río Henares y la estación de ferrocarril, para construir las viviendas de los obreros que vinieran a trabajar a la fabrica, ampliando la calzada del puente árabe y dejando espacios comunes para construir la iglesia y un grupo escolar.
Con la designación de Guadalajara como polígono de descongestión de Madrid en 1959, el 28 de julio de 1961 se aprobó por el Ayuntamiento que presidía (1939-1940 y 1951-1963) Pedro Sanz Vázquez (1904-1982) el Plan General de Ordenación Urbana de la zona del polígono del Balconcillo, en la parte oeste de la ciudad, con una superficie de 174,8 has. ( 136,6 has. , dedicadas a zona residencial y 38,2 has. a zona industrial).
El 26 de julio de 1963, siendo alcalde Evaristo Fuertes Machin (1963), se produjo una modificación de este Plan para el cambio de uso de los terrenos del actual barrio de Los Manantiales, solicitado por el promotor Manuel Solana Sanz, para construir 850 viviendas. El 27 de septiembre de ese año, estando como alcalde (1940-1941) Felipe Solano Antelo se aprobó el cambio, que desautorizó el Ministerio de la Vivienda el 20 de enero de 1964, por lo que el Ayuntamiento presentó la reclamación, aceptada el 29 de enero de 1965, aprobándose el Plan Parcial de su desarrollo el 28 de mayo, construyéndose los edificios a finales y principios de los años sesenta y setenta, con un barrio que se creó en cierto modo aislado de la ciudad, a la que se accedía dando un amplio rodeo por la calle Francisco Aritio y cruzando el río Henares por el puente árabe, hasta que a mediados de los ochenta se inauguró un nuevo puente en la prolongación de la calle Julián Besteiro (1870-1940), que lo unió directamente con el casco urbano de Guadalajara.
El 1 de febrero de 1974 siendo alcalde (1967-1977) Antonio Lozano Viñés, el Ayuntamiento aprobó otro Plan General de Ordenación Urbana, al que dio su conformidad la Dirección General de Urbanismo del Ministerio de la Vivienda, Plan que fue modificado el 22 de julio de 1979 con Francisco Javier de Irizar como alcalde (1979-1991), con la inclusión en el mismo de de 41 edificios o conjuntos urbanísticos a proteger, aprobándose un nuevo P.G.O.U. el 30 de enero de 1981.
El 29 de agosto de 1992, bajo mi mandato como alcalde (1992-2003), se aprobó el P.E.R.I. (Plan Especial de Reforma Interior) del Alamín, uno de los barrios históricos de la ciudad, con la finalidad de modernizar la zona, manteniendo sus elementos históricos y tradicionales, pero ampliando los equipamientos para mejorar la calidad de vida de los vecinos y revalorizando sus viviendas.
Por entonces Guadalajara había agotado el suelo urbano previsto en 1981 por lo que era necesario un nuevo Plan General de Ordenación Urbana, abriéndose un concurso publico, mediante el cual el 6 de octubre de 1993 se adjudicó su redacción a” Master de Ingeniería y Arquitectura”, empresa que dirigía el catedrático de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de Navarra, Carlos Martínez Caro, con el también profesor de la escuela, el arquitecto José María Ordeig.
Los objetivos que se había marcado el Ayuntamiento eran que el Plan tenía que ordenar el urbanismo presente, pero sobre todo ordenar y ampliar el del futuro de la ciudad, un Plan consensuado entre los grupos políticos del Ayuntamiento para que todas las corporaciones pudieran gobernar con él, por lo que desde el primer momento existió un dialogo continuo, dando como resultado final una redacción que fue puesta de ejemplo al haberse aprobado por unanimidad.
Otro de los objetivos que se perseguían era cambiar la forma de la ciudad de media luna, con una de sus aristas, la del N, cerrada por el barranco del Alamín, en aquellos momentos usado como vertedero, para que adquiriese una forma circular, lo cual se ha conseguido con los polígonos urbanos de Aguas Vivas y Las Lomas, quedando en la actualidad la ciudad de Guadalajara dentro de unos limites fijados al N. por la Ronda Norte (2006-2010), al S. y al E. por la A-2 (autovía Madrid- Barcelona) y al O, la carretera antigua Madrid- Zaragoza y la calle Francisco Aritio, convirtiendo el barranco del Alamín en un Parque lineal de cerca de 2 kms de longitud (2002) y uniendo las nuevas ampliaciones a la ciudad a través del Túnel de Aguas Vivas (2001).
También recogía el Plan que los edificios recortasen sus alturas, con un máximo de siete y como norma general de cuatro, ampliándose las zonas reservadas para viviendas unifamiliares, ya que realizada la encuesta de población era una de las opciones que barajaban para residir muchas de las contestaciones. Importante dotar a todas las zonas de los equipamientos necesarios en paseos, zonas verdes y espacios deportivos, culturales y sociales, que permitiesen mejorar la calidad de vida de los guadalajareños, ya entonces muy elevada, pues los estudios llevados a cabo por una importante entidad financiera y publicados en el diario El País nos colocaban en este sentido entre las primeras de España.
Pedíamos en el nuevo Plan la creación de suelo industrial, suficiente para la instalación de empresas que permitiesen la creación de puestos de trabajo para que los residentes en Guadalajara no tuvieran que ir a trabajar a otros lugares, zona que se prevé en el paraje de El Ruiseñor, prolongación del actual polígono del Henares, para una población que estimábamos podía llegar a los 100.000 habitantes. Actualmente Guadalajara con 87.484 habitantes, es la segunda ciudad mas poblada de Castilla la Mancha, tras Albacete con 174.336 habitantes.
Nos preocupaba la cornisa de la parte derecha de la A-2 ya que daría la imagen de Guadalajara a los miles de viajeros que circulan por la autovía, reservando ese lugar para edificios singulares que se han ido construyendo: Hotel Tryp-Melia (1998), arquitecto Sigfrido Herraez; Edificio Europa (2005), arquitecto Javier Solano, construido por Hercesa; Centro Comercial Ferial Plaza,con El Corte Inglés (2007), arquitecto Antonio Vitón; Edificio Caixabank ( 2009) arquitecto Javier Solano y Palacio de la Justicia, inaugurado el 25 de marzo de 2021.
El 6 de abril de 2008 la Comisión Regional de Urbanismo informó favorablemente la modificación del P.G.O.U. de Guadalajara y Marchamalo para ubicar en una superficie de 2.184,37 m/2, (1.130, 17 m/2 en Marchamalo y 1,054, 20 m/2 en Guadalajara), la Puerta Centro (Ciudad del Transporte), promovida por Hercesa como principal agente urbanizador para crear la plataforma intermodal ferrocarril-carretera, de acuerdo con la autoridad del puerto de Tarragona y convertirlo en el puerto seco más importante del centro de España, dada la situación idónea de la zona, por la cercanía de la A-2 ,la R-2, el ferrocarril Madrid- Barcelona, la estación del AVE Guadalajara-Yebes y el aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas, inaugurada el 24 de octubre de 2018. Creará miles de puestos de trabajo y tendrá también importancia en el aspecto medioambiental al reducir los transportes por carretera y aumentar los del ferrocarril (ya que tiene en su interior capacidad para un tren de 750 ms.)