Población real y ’oficial’

28/09/2010 - 08:00 Redaccion

E
l desfase entre la población de hecho y de derecho de los sigue siendo un quebradero de cabeza en los municipios que han experimentado un crecimiento poblacional en los últimos años y que ven cómo sus cuentas se resienten con la actual situación de crisis económica. Según los datos ofrecidos por los ayuntamientos, se calcula que unas 18.000 personas residen en las localidades de El Corredor y la Campiña sin estar empadronadas. Esta diferencia reduce los ingresos que los ayuntamientos reciben del Estado, entre otros, a través del Plan E, y dificultan mejorar los servicios médicos, pues además el número de tarjetas sanitarias difiere en 4.478 respecto al de empadronados. Lo cierto es que para empadronarse, la mayoría de los ayuntamientos sólo exigen rellenar un formulario y presentar un recibo en el que conste el domicilio de residencia. Pese a todo, son cientos los ciudadanos que cada año se cambian de residencia y no lo notifican en el Registro. Dado que el empadronamiento no es un trámite obligatorio, los expertos apuntan a la pereza de los ciudadanos como una de las posibles causas por las que se produce esta situación. Aunque también hay quien no cambia oficialmente la residencia para ahorrarse algún dinero con los impuestos o para seguir manteniendo ciertos servicios en sus anteriores municipios de residencia. Además de las personas que se cambian de residencia por motivos familiares o de trabajo y no lo notifican, hay que tener en cuenta a otros colectivos, como los inmigrantes que tampoco se empadronan. Esta situación, trae de cabeza a los ayuntamientos ya que una de las consecuencias más directas del desfase entre el padrón y la población que realmente vive en una ciudad es que la oferta de servicios siempre se va a quedar escasa. De ahí, la necesidad de apelar a la responsabilidad social para que los ciudadanos se empadronen. Con un acto tan simple contribuyen a mejorar bienestar de todos.