Poetas y amigos
Nunca hemos sido capaces de escribir un verso y por ello admiramos a quienes saben expresarse a través de la poesía. Repasamos hoy el nombre de alguno de ellos, a los que une o unió amistad.
Nunca hemos sido capaces de escribir un verso y por ello admiramos a quienes saben expresarse a través de la poesía. Recordamos hoy, con motivo del Día Mundial, los sonetos que Luis Monje escribió a su enamorada, Petri Arenas; los salmos que cada semana, desde que empezara la pandemia, nos remite el periodista y sacerdote, Julián del Olmo; ojeamos con cariño los libros escritos por Marta Marco Alario, profesora de instituto, que recita acompañada de la música de la guitarra de Guillermo Chicharro y el saxo de Esdras Boyajian, así como los de Gracia Iglesias, dirigidos a un público infantil; pensamos en José Antonio Ochaita, que murió exclamando un verso sobre la belleza de la Alcarria, en nuestro profesor Fernando Borlán o en García Perdices, otro de los históricos de este medio; nos acordamos del que fue poeta con mayúsculas, Francisco García Marquina, y no podemos dejar de citar a José Antonio Suárez de Puga, cuyo primer poema apareció impreso en Nueva Alcarria en el año 1950, al igual que en una portada de 1941 fuese publicado el que iniciase su vinculación con este periódico de Luis Monje. El martes, en Dávalos, fue el turno de Carmen Bris, incombustible como su hermano José María.
La celebración mensual del Ágora de la Poesía, con Carmen Niño, y otros movimientos, demuestran que el género está vivo en Guadalajara como lo estaba en los años ochenta cuando Julie Sopetrán coordinaba en nuestro periódico la sección Alcarria Poética, que recogía poesías escritas por lectores que se las hacían llegar. Francisco Vaquerizo, sacerdote, es otro de los grandes maestros y Jesús Orea se dirige últimamente hacia este arte que siempre le gustó, obteniendo premios. Hemos tenido la osadía de enumerar y por tanto de olvidar. Pedimos se entienda esta colaboración como un homenaje a todos cuanto lo son y lo fueron.