Protección extra contra el fuego
Sin embargo, tan importante como dotar al sistema de los medios necesarios es no dejarse cegar por los éxitos puntuales.
El fuego ha provocado grandes daños a la provincia de Guadalajara. Por eso no es de extrañar que hace tiempo el Gobierno regional decidiese tomarse en serio la lucha contra el fuego. Primero llegó la campaña anual y después lo hizo la crisis económica, que trajo de la mano graves recortes para todo el dispositivo durante el verano y para las actuaciones preventivas durante el resto del año. En los últimos tiempos, por fortuna, esa tendencia ha ido cambiando. Sin embargo, tan importante como dotar al sistema de los medios necesarios es no dejarse cegar por los éxitos puntuales. Es cierto que el año pasado los datos de incendios en la provincia fueron bastante positivos. Tan cierto como que bien pueden deberse a una casualidad. Por eso resultaba necesario seguir aumentando los efectivos y los medios de los que disponemos en la provincia para combatir las llamas, que no por nada destacamos en el conjunto nacional por el gran porcentaje de masa arbórea que atesoran nuestras fronteras provinciales. Esos medios han llegado en forma de un nuevo helicóptero y más retenes helitransportados, lo que parece, al menos, consecuente si se tiene en cuenta que la rapidez de actuación tiene cada vez más importancia a la hora de prevenir grandes incendios. También se han aumentado los puntos de agua, otro acierto, ya que acerca las reservas a los medios que puedan necesitar reabastecerse. E incluso se ha habilitado una patrulla nocturna. Ahora toca esperar y ver qué pasa durante un verano que se presenta especialmente peligroso debido a las adversas condiciones climatológicas que estamos padeciendo, casi sin lluvias y con un calor asfixiante. También tendremos la posibilidad de descubrir si han servido las reuniones mantenidas con los agricultores, otro factor fundamental de la ecuación, a la hora de consensuar medidas que sirvan para paliar los posibles incendios provocados por cosechadoras. Los datos de la última campaña invitan al optimismo. Además, tanto la sociedad como las administraciones están cada vez más concienciadas sobre este tema. Esperemos lo mejor.