Queridos Reyes Magos

Cuanto tiempo ha pasado desde mi última carta a sus majestades! En primer lugar me gustaría hacer una pequeña reflexión:Cuando yo era niño, en mi pueblo, nunca conocimos los Reyes Magos. Venían con sus camellos por la noche cuando todos los niños dormíamos y nos dejaban los regalos en la ventana. A cambio, nosotros les dejábamos agua y cebada para que los camellos pudieran reponer fuerzas y seguir su viaje hacia Oriente.

Ahora las cosas han cambiado (tengo muchas dudas de si a mejor) y los Reyes Magos vienen en tren, en avión, en coche y hasta en parapente. Este año he sentido la necesidad de escribiros (hasta siete años que os marchasteis para siempre) para daros las gracias por aquellos regalos y juguetes que nos traiais, y sobre todo por el cariño y amor con que venían envueltos (los regalos).

Muchísimas gracias. Para este año que acabamos de estrenar os pido perdón. Perdón por haberos contrariado en alguna ocasión y no seguir vuestros consejos (erróneos o acertados) dados con toda la ternura y el amor del mundo.

Perdón también por no haber sabido decir “Te quiero mamá, te quiero papá”. Os quiero papás. Para el resto del mundo os pido salud y especialmente para todos los guadalajareños que todavía hoy pasan los fríos inviernos en los numerosos pueblos de nuestra provincia. Feliz año nuevo para todos.