Real puerta grande para uno y virtual para dos y tantos miles

No era un día fácil. Brihuega celebraba el 50º Aniversario de la inauguración de la Plaza de Toros de “La Muralla”. Tres figuras del toreo, José Mª Manzanares, Enrique Ponce y “Morante de la Puebla” se acartelaban en tan especial ocasión. Más de tres cuartos de plaza vendidos y con amenaza de lluvia los días previos al festejo. No soy un empresario de grandes ferias, ni quiero serlo. Me apasiona el mundo del toro y sobre todo, el toro en el campo. La invitación por parte de la Casa Real fue aceptada por su Majestad el Rey Don Juan Carlos, y disfrutó de la tarde de toros en la barrera. Don Juan Carlos no se quiso perder ni un momento, desde que arrancara el Himno Nacional a tocar pasadas las 17:30h hasta más de las 20:00h que daría por finalizada el festejo de las bodas de oro. Primero, y ante todo, agradecer a Su Majestad el apoyo que hace a la Fiesta Nacional y el apoyo que dio al pueblo de Brihuega. La crónica taurina ha sido reseñada en todos los medios especializados, con Puerta Grande incluida, pero no sólo destacar esa Puerta Grande, sino la de los más de 6.000 taurinos que allí aguantaron en la piedra del coso briocense desde que salió el primer astado de chiqueros hasta que el Rey abandonó el ruedo. Sin palabras. Agradecido. Orgulloso. Satisfecho. Sensación de difícil explicar pero que sólo se siente para el que verdaderamente tiene un riesgo. Agradecer a toda la gente, haciendo ver que la lluvia no fue impedimento para disfrutar de una buena tarde de toros, donde los toreros se unieron y no se pensaron en suspender/parar el festejo en ningún momento. Personal de plaza, trabajadores hicieron frente al agua y lucharon por sacar adelante el festejo. Unión verdadera que hace que ésta fiesta tenga momentos de grandeza y únicos. Desde mi humilde opinión, gracias Brihuega, gracias taurinos, gracias toreros, gracias familia por confiar y estar ahí como si de un Sol de justicia gobernara una plaza que se llenó de colorido en tan señalada fecha.