Semana Santa especial
Toca ahora realizar test de la manera más masiva posible.
La provincia de Guadalajara, al igual que el conjunto de España, vive una Semana Santa distinta a lo habitual. Nuestros pueblos, donde muchas personas tienen su segunda residencia, no se llenarán de gente y las manifestaciones de Fe, como procesiones, pasiones vivientes o vía crucis, algunas con vitola de Interés Turístico y siglos de historia, están canceladas. Por autovía y carreteras no circularán vehículos, aunque sí habrá vigilancia para quienes pudieran tener tentación de saltarse las prohibiciones. Las iglesias tampoco serán punto de encuentro de fieles en los multitudinarios actos litúrgicos. Los medios de comunicación y las redes sociales serán los cauces a través de los cuales se mantendrán vivas estas tradiciones tan arraigadas en la provincia. El parón de la actividad afectará de manera impactante al sector turístico, ahondando así en la crisis general de nuestra economía a causa del Covid-19 que sólo en marzo ha supuesto ya un incremento de 1.700 parados. Llegamos a estos días de vacaciones en estado de alarma que continuará prorrogado hasta el 26 de abril si bien se levantará la restricción para las actividades consideradas no esenciales y lo hacemos con motivos para la esperanza. Los efectos del aislamiento en nuestros domicilios han empezado a notarse en las cifras. Los números indican que los porcentajes de contagios son menores cada día, el número de hospitalizaciones es inferior al de altas y los fallecimientos descienden. Es decir que se está consiguiendo frenar la propagación del virus, entrando en lo que llaman una meseta. Toca ahora realizar test de manera lo más masiva posible para detectar posibles focos de contagio procediendo a su aislamiento y conocer igualmente el porcentaje de población que podría estar ya inmunizado. No será el jaque mate, pero si un avance determinante en una partida a la que le quedan muchos movimientos y en la que debemos proteger todavía nuestras piezas manteniendo el confinamiento y dotando a los profesionales sanitarios del material preciso. También el resto de la población, para frenar más al virus, deberá llevar mascarilla en esa fase de desescalada en la que parece que estamos entrando. En estas fechas especiales vaya nuestro recuerdo para los que se fueron, aliento a los que sufren el coronavirus y sus círculos afectivos, aplauso a cuantos siguen trabajando por todos, confianza en los científicos que buscan soluciones y ánimo a la población que cada vez está más cerca de la vuelta a la normalidad, aunque sea gradual.