Sigüenza, aceras de vergüenza
El ciudadano de pie a tiene que esquivar las piedras, hoyos, desniveles, etc etc para poder ir erguidos.
Esta es la cabecera que uso cuando dedico unos párrafos en Facebook, pero... vamos al grano.
Hace más de tres año denuncié al Ayuntamiento de Sigüenza el estado lamentable de las aceras de las calles Pío XII, Alfonso VI, D. José de Villaviciosa y la plaza de Hilario Yabén. Son caminos de pedruscos, que tratan de imitar a la época medieval y no es cierto. Sigüenza, según el académico de la Historia, Antonio Herrera Casado, se divide en tres zonas. Ciudad medieval, Ciudad Renacentista y Ciudad Ilustrada, y en esta última zona se encuentran las calles mencionadas de pedruscos. El ciudadano de pie a tiene que esquivar las piedras, hoyos, desniveles, etc etc para poder ir erguidos, y los días de lluvia charcos y super-charcos que los viandantes tenemos que soportar y no digamos las personas mayores de la Residencia que no tienen el suficiente y necesario equilibrio para sortear estos pedruscos y necesariamente se tienen que quedar sin poder ir al parque de la Alameda.
Este problema que sufrimos los transeúntes y vecinos de estas calles fue puesto en conocimiento del señor alcalde, presidente de la Diputación (que es el mismo), presidente segundo de Castilla-La Mancha y por supuesto de su presidente (no hay dinero señores/as).
Pues bien hoy es el día que todo sigue igual, si bien observamos que cualquier problema que surge en el asfalto es reparado urgentemente.
Soy consciente de que los vehículos tienen prioridad y no los pobrecitos ciudadanos de a pie ¿o no?
367.808 euros aprobados por el Consejo de Ministros y destinados a la reparación del mal estado de dos balconadas y una pasarela para el castillo de los Obispos... y digo yo, porqué no se solicita el coste de las nuevas aceras y quitamos los pedruscos que es lo que verdaderamente quieren y desean los ciudadanos.
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, en una de sus declaraciones dijo “Todo lo que hacemos tiene sentido si sirve para que las personas vivan mejor. De lo contrario no merece la pena”.