Sigüenza, protagonista

23/08/2016 - 19:40 Pedro Villaverde Embid

Sigüenza tiene, como dicen de Sevilla, un sabor especial, y por eso goza del favor de los visitantes. El domingo adquirió un especial protagonismo.

Si la bella ciudad del Doncel cotizase en bolsa sería un valor que estaría disparado al alza en estos días como lo están las cifras de turistas que la visitan siempre, pero ahora un poco más por esa impresionante y certera exposición de Atempora que deja palabras de alabanza en todos aquellos que la recorren con el guía durante casi dos horas que se hacen cortas. De Sigüenza hemos escrito muchas veces resaltando su patrimonio, su catedral, parador, travesañas, plaza Mayor, parque de la Alameda, pinares, alrededores, gastronomía... pero a todo esto se añade como un plus la celebración de sus fiestas que, aunque de manera oficial concluyesen con la traca de fuegos artificiales del día de San Roque, realmente finalizaron este domingo con la espectacular y sobrecogedora Procesión de los Faroles en honor a la patrona, la Virgen de la Mayor. Miles de personas acompañan la talla en silencio solo roto por la música de la banda y el rezo del rosario. Algunos llevamos muy dentro del corazón esta procesión y a esta Virgen con la que hemos estado en su día grande desde que tenemos uso de razón. Tal vez sean ya cuarenta años los que la llevemos siguiendo durante todo su recorrido, pues no recuerdo haber faltado nunca, como si, por diferentes circunstancias, me ha ocurrido con la de San Roque, a la que también me une gran cariño. Pero este dato es una gota en el océano porque desde 1493, documentalmente acreditado, se celebra la procesión y su culto se remonta a tres siglos antes. La Cofradía, fundada en el siglo XVI, con sede en la Catedral, tiene más de 700 hermanos. El resultado es que toda la ciudad participa en el desfile que cuenta con gran respaldo institucional y está declarado de Interés Turístico Regional. El domingo volvió a celebrarse y estuve como siempre  para disfrutar de un momento en que Sigüenza, que siempre lo es, adquiere un particular protagonismo. Sigüenza tiene, como dicen de Sevilla, un sabor especial, y por ello goza del favor de los visitantes que quedan admirados por todo lo que en ella hay que ver. Iniciativas como el Tren Medieval, un gran acierto, las ferias medievales, que han alcanzado gran auge, o esta exposición sirven para promocionarla, pero la materia prima está ahí y hace que los seguntinos, aunque solo lo seamos como veraneantes, nos sintamos orgullosos.