Sobre la siesta alcarreña

12/03/2015 - 23:00 Pedro L.Toledo

En verdad existen muchas costumbres y tradiciones alcarreñas, que creo deben ser veneradas por todos nosotros y hacer que nos pervivan por los siglos de los siglos. Sin ir más lejos, a todos nos vienen a la memoria, la miel de la alcarria, los bizcochos borrachos, las harinosas, el tenorio mendocino o las botargas. Pero sin duda hay menos gente que conoce la llamada siesta alcarreña. Esta se define, como el letargo en forma de sueño, que se practica, a primera hora de la mañana, después de haber desayunado y antes de comenzar la jornada laboral o escolar. Diré más, en otras zonas de nuestro país, sin duda menos doctas y cultas que esta nuestra, se la viene conociendo como la siesta del burro. Es posible que aquellos pocos que no conozcan esta tradición, estén tratando de conocer más sobre ella; gustosamente detallo como la practica este humilde sacedonita: El móvil me despierta a las 5:00 A.M., salto de la cama a la cocina y procedo a desayunar con gran ingesta de líquido; primero dos vasos de agua, luego dos de leche con guarnición de muesli (o Müsli que dirían los suizos) y después un café (Ristretto Nespresso sin azúcar, por más señas). Una vez finalizada esta ingesta alimentaria, uno llega de nuevo a la habitación y mira la cama, con avidez y casi con desenfreno. Ésta con ojos de lascivia, mirándome también me reclama. Es tanta la pasión que nos une, que como no vamos a fundirnos en ella. Con lo que me introduzco entre sus sábanas y disfruto de nuevo hasta las 6:00 A.M. Hago un inciso aquí, para aclarar que cuando hablo de introducirme entre las sábanas y disfrutas hasta las seis, solo hablo de dormir. Es posible que alguien hubiera cogido el párrafo a medias y con lo subidito de tono que anda todo el mundo, entre las sombras y la primavera, se hubiera ido por “lo único”. Pero ahora, no podemos hablar de ello, puesto que estamos en horario infantil, pero en el caso de que se pudiera, diría que cuando la siesta se complica, ya no sería siesta, sino algún tipo “de mañanero” y hasta ahí puedo leer. Una vez finalizado este trámite (el de dormir, aunque “lo otro” había veces que también) ya está uno listo, para vestirse y salir a afrontar el día. Es posible que alguna persona observadora, habrá visto que no he dicho donde salgo. Lo he obviado de manera intencionada, puesto que no he querido indicar, si salgo a “La Calle” o a “La Otra Calle”. Al fin y al cabo, soy de Nueva Alcarria y nunca me he metido en política. Aunque he de decir, que me congratula la proliferación de medios independientes que está teniendo, esta nuestra ciudad, para mayor gloria del periodismo veraz e informativo. Que la fuerza os acompañe.