Sobre la vacuna de la viruela

Buenos días, he leído con atención el artículo publicado el pasado día 9 de febrero en la sección Pueblo a Pueblo de ese periódico, en el que el alcalde de la localidad de Peralveche, reivindica la gestación de la vacuna contra la viruela a través de los ensayos realizados en 1783 por el cirujano de la localidad, don Manuel de la Plaza y todo ello con una anterioridad de 13 años al descubrimiento de la vacuna por Edwar Jenner en 1796. Me parece encomiable la labor de investigación del alcalde de Peralveche, pero no así el resultado de la misma.
    Creo que es mi deber significarles que el pasado día 26 de enero, en las páginas de ese bisemanario, a través del artículo publicado por don Antonio Herrera Casado, Cronista Provincial de Guadalajara, con el título “Jadraque 1733” , se recogía toda la labor de investigación desarrollada sobre mi trabajo, publicado y editado con el título “El Mito de Jadraque” dando a conocer la identidad de don Antonio Martín Perez, como el cirujano barbero que en Jadraque desde los años de 1733 al 1782, fecha de su fallecimiento, realizó la ingente tarea de la inoculación de la viruela con gran felicidad y acierto a los vecinos de la Villa. La noticia ya fue publicada por don Timoteo O’Scanlan en 1784, en su libro “La Inoculación Vindicada” exponiendo que la misma fue dada a conocer en una de sus juntas por el doctor John Pringle, presidente de la Royal Society londinense allá por el año de 1773. Dicha notificación le fue comunicada por el Príncipe de Masserano, embajador español en Londres resultas de una información de testigos realizada en 1773 en la villa de Jadraque, a petición del duque del Infantado. La información confirmaba la ejecución de la inoculación de la viruela por el cirujano de la villa, desde hacía unos cuarenta años atrás a la fecha de la testificación, pero hasta la publicación de mi libro, no había sido revelado ni conocido el nombre del insigne cirujano. Por todo lo expuesto, queda confirmado que don Antonio Martin Pérez, cirujano de Jadraque, fue el verdadero precursor de la vacuna antivariólica desarrollada en España, con una anticipación de 60 años a los experimentos realizados por Edward Jenner.