Ternura y esperanza

La primera pregunta planteada al Papa por el diario “La Stampa” hace unos días fue qué significaba para él la Navidad. La respuesta rápida y espontánea de Francisco fue que la Navidad es el encuentro de Dios con su pueblo. Y añadía con un toque de emoción que ese encuentro nos habla de ternura, de esperanza y de consolación.

Eso es lo que celebramos esta noche en las muy diversas situaciones en que nos encontremos, desde el tradicional encuentro familiar, a la soledad de los mayores abandonados, desde la austeridad obligada de quienes sufren las consecuencias del paro hasta los que viven en la abundancia. Concebido en el vientre de María, Jesús viene al encuentro de todos para decirnos que Dios está siempre a nuestro lado, que no estamos solos, y que la vida tiene sentido por encima de las dificultades que afrontemos.