Torpeza frente a la crisis
03/09/2011 - 00:00
La noticia que llevábamos meses esperando finalmente llegó. El Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, anunció la disolución de las Cámaras parlamentarias y la convocatoria de Elecciones generales para el próximo día 20 de noviembre. Una fecha que ha marcado la historia de España y que, a buen seguro, se utilizará electoralmente. El sentido de la responsabilidad de Estado de Zapatero ha prestado su último servicio. El secreto mejor guardado en los círculos presidenciales se ha despejado por la presión del Partido Socialista y la calculada oportunidad electoral para el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba, como ha quedado manifiesto en la publicitaria macroencuesta del CIS de días los últimos días de julio. Con esta noticia se ha producido el punto final de una etapa de ruptura de consensos básicos, de radicalización ideológica y de parálisis económica. Zapatero ha jugado a ser un político iluminado y mesiánico, dividiendo a la sociedad española como ningún otro Presidente en nuestra joven democracia. Su torpeza frente a la crisis y sus prejuicios ideológicos han hecho que perdiera su encanto incluso entre los más partidarios. Ahora la sociedad española tiene la palabra.