Trabajando en ello
Nadie tiene asegurada la reelección en las municipales, por lo que es importante culminar todo aquello que has prometido.
Quedan menos de nueve meses para las próximas elecciones –municipales, autonómicas y europeas, como mínimo–, por lo que es lógico que las distintas administraciones aceleren la velocidad para terminar los proyectos que tienen pendiente. Nadie tiene asegurada la reelección, por lo que es importante culminar todo aquello a lo que te has comprometido, antes de que llegue otro y lo guarde en el cajón del olvido. Así que nos enfrentamos a unos meses muy fructíferos en cuanto a obras y otros proyectos. En Azuqueca, sin ir más lejos, seremos testigos del resurgir de una obra que lleva coleando demasiado tiempo: la del segundo centro de salud. Todo apunta a que para el mes de abril se terminarán los trabajos, por lo que el edificio quedará a disposición de los vecinos. Nuevamente. Porque esa instalación ya sirvió como centro de salud para pasar después a convertirse en un esqueleto sin vida dentro. Las obras marchan a buen ritmo y su rehabilitación integral será un hecho más pronto que tarde. En la capital esta semana hemos conocido que han comenzado también los trabajos en la céntrica plazuela de Don Pedro. Durante los próximos cinco meses será objeto de una actuación intensa para adaptar el lugar a las necesidades de una ciudad del siglo XXI. También en el Hospital de Guadalajara, el antiguo, se ha actuado sobre la climatización en diferentes zonas. A esto habrá que sumar los grandes proyectos del nuevo centro hospitalario o del campus universitario. Volviendo a Azuqueca, ha protagonizado uno de los anuncios de la semana: una pasarela sobre la A-2. El Ayuntamiento lo ha proyectado con cargo a esos fondos de nombre tan divertido, los EDUSI, y el objetivo no es ni más ni menos que acercar a los vecinos al río Henares, la reserva ornitológica, las aves, la naturaleza… Porque Azuqueca es mucho más que pisos e industria. Y así, poco a poco, iremos llegando a los nuevos mandatos, en los que los mismos u otros seguirán proyectando obras, aprobando inversiones y mejorando –eso queremos todos– la vida de los ciudadanos, al fin y al cabo los verdaderos accionistas de sus localidades.