Tranquilidad en las terrazas de la capital en los primeros días de la fase 1
No han sido muchas las que han abierto esta semana –el miércoles eran 19–, pero sí han registrado afluencia de gente, a pesar de la lluvia. La mayoría esperaba al fin de semana para retomar su actividad. El miércoles abrieron 19 terrazas y el Ayuntamiento ha autorizado hasta el momento casi 60 licencias.
Con la fase 1 en vigor, la ciudad de Guadalajara ha visto más movimiento en sus calles. Terrazas y comercios han ido abriendo tímidamente sus puertas y los vecinos han ido ocupando paulatinamente estos espacios. Aparte de la incertidumbre y la necesaria prudencia con la que nos adentramos en esta etapa, el avance hacia la denominada nueva normalidad también se ha visto influenciado por las lluvias que nos han acompañado durante casi toda la semana. Con todo, la primera valoración de hosteleros y comerciantes es esperanzadora.
El vicepresidente de la Federación provincial de Turismo y Hostelería de Guadalajara, Mario de Lucas, señala que “la semana ha sido relativamente tranquila; los que han abierto han trabajado bien”, aunque es cierto que, “el tiempo no ha acompañado”. “El cliente siempre es una incógnita y en estas circunstancias todavía más, pero creo que la respuesta ha sido buena en la medida que la situación lo permite”, señala De Lucas sobre la afluencia de clientes a las terrazas y hace un llamamiento a la prudencia recordando a los ciudadanos que el riesgo continúa y esto no puede suponer dar un paso atrás.
Las lluvias también han afectado a estos primeros días.
El lunes, según datos del Ayuntamiento, abrieron solo 15 terrazas –con la limitación del 50% de su superficie habitual–. Quien se dio un paseo por la tarde pudo comprobar que sus mesas estaban en gran medida ocupadas. A lo largo de la semana se ha ido sumando alguna más, hasta las 19 del miércoles, pero hay otras que aguardan al fin de semana y miran al cielo para retomar su actividad.
Hasta este jueves, el Consistorio había recibido 75 solicitudes de licencia de terraza, 57 ya estaban autorizadas y 18 estaban pendientes de algún requerimiento, tal y como ha informado el primer teniente de alcalde y responsable del área de Urbanismo, Rafael Pérez Borda.
Son, sin embargo, pocas comparadas con las 160 autorizadas por estas fechas el año pasado. Y es que, ante la inseguridad que genera la nueva situación, muchos deciden esperar antes de levantar un ERTE al que han tenido que recurrir por el cierre total de los últimos meses.
Adaptación necesaria
Las que han reabierto o piensan hacerlo en breve se han adaptado reduciendo el número de mesas al límite permitido, manteniendo distancias de seguridad y extremando las medidas de protección e higiene, se han suprimido las cartas y buscado fórmulas alternativas, a través de aplicaciones o con el menú en mantelitos individuales; en algunos establecimientos los cubiertos van en bolsitas individuales, las mesas y sillas se desinfectan cada vez que se va un cliente, las entidades están ofertando nuevas formas de pago, además de la tarjeta, para evitar manejar dinero en metálico, etc. Cada local se adapta en función de sus posibilidades y muchas veces de su criterio, porque “no tenemos una guía para saber exactamente lo que tenemos que hacer”, lamenta De Lucas, quien echa en falta “más claridad” en cuanto a las medidas de seguridad a adoptar, los Erte, etc.
Agilidad en las licencias
Rafael Pérez Borda, que el miércoles se reunió, junto a Fernando Parlorio, concejal de Comercio y Turismo, con los representantes de la Federación Provincial de Turismo y Hostelería con el objetivo de analizar la reapertura de las terrazas, destaca la agilidad con la que el Ayuntamiento ha tramitado las licencias de terrazas para que los establecimientos puedan abrir cuanto antes. De momento ningún hostelero ha solicitado ampliar el espacio o el horario durante viernes y sábado, acogiéndose a la nueva medida adoptada por el Consistorio, porque “les da miedo esta situación, con el tema de los ERTE, les da miedo abrir, sacar a la gente del ERTE y que luego tengan que cerrar porque con el 50 por ciento de la superficie tiene que haber mucha rotación de clientes para que les pueda compensar”, indica el edil.
Pero destaca que los hosteleros han agradecido estas medidas y la bonificación de la tasa de ocupación de vía pública, lo que para el Ayuntamiento supondrá que dejará de ingresar 65.000 euros. También agradecen el correo que se ha puesto a su disposición para resolver dudas: terrazas@aytoguadalajara.es.
Sobre las sensaciones transmitidas por el sector en estos primeros días, Pérez Borda señala que “les ha sorprendido favorablemente que aquellos establecimientos que han abierto han tenido demanda por parte de los clientes. Pero hay establecimientos que, ni aun teniendo garantizada la ocupación de ese 50% permitido, les sale rentable. La mayoría nos comentaba que están esperando que entremos a la fase 2, en la que se permitirá ya abrir el interior de los locales”.
Por otro lado, indica que la Policía Local está haciendo seguimiento y, en general, “ha cumplido todo el mundo bastante bien”, aunque subraya que todos debemos concienciarnos “para no tener que dar un paso atrás”.
Comercios
Por lo que respecta al resto de comercios, Ángel Escribano, presidente de la Federación de Asociaciones de Pymes y Autónomos de Comercio de la Provincia de Guadalajara (Fedeco), señala que a lo largo de la semana han abierto la mayoría, “estaban deseosos”, apunta.
En cuanto a la afluencia de clientes, aunque depende de los sectores, la impresión generalizada que ha recogido el responsable de Fedeco es que han ido llegando “poco a poco”. La mayoría acude con las medidas de protección recomendadas, guantes y mascarilla, pero hay un pequeño porcentaje que no. Según lo que ha podido comprobar Escribano en su comercio, los que menos prudencia muestran son jóvenes y mayores. Él, como otros muchos establecimientos, no permite el paso a quien acuda sin mascarilla. No es algo obligatorio, pero considera que es lo mínimo que podemos hacer para protegernos todos.
Aunque la adaptación de los comercios no ha precisado en la mayoría de los casos, según indica Escribano, un gran desembolso económico, sí requiere tiempo, tiempo para extremar la precaución, desinfectar e higienizar, controlar aforo...
Por otro lado, Escribano muestra el rechazo del sector del pequeño comercio a la medida de permitir las rebajas exclusivamente online y espera que el Gobierno rectifique.