Puerta grande para un contundente Leonardo Hernández en el cierre de feria

19/09/2016 - 15:16 S.L

 Seis toros de Luis Terrón.  Corrida dispar de presencia y juego. Manejable, en general.

 Rui Fernandes, de casaca crema: saludos con petición y saludos con petición. Leonardo Hernández, de chaquetilla gris: oreja y dos orejas. Lea Vicens, de chaquetilla grana: silencio y oreja 

 Plaza de toros de Las Cruces. Domingo 18 de septiembre de 2016 (cuarta de abono). Media entrada en tarde agradable. Salió en hombros Leonardo Hernández.

La mañana de la corrida de rejones anunció un nuevo cambio en la cartelería con la baja de Andy Cartagena. Ni lesión ni parte médico. Paradójicamente, el jinete benidormí estaba anunciado simultáneamente en las ferias de Guadalajara y Murcia. Ver para creer... Apoderados y empresa en divergencia de versiones. 

Los ‘murubes’ de Luis Terrón pusieron en evidencia grandes diferencias en los estilos de los jinetes y, curiosamente, la corrida de rejones puso la mesura que faltó los días anteriores en cuanto a la concesión de trofeos. El festejo dejó la firma de un Leonardo Hernández en pleno estado de forma que escribió el toreo de mayor vibración y sumó tres orejas que le abrieron la puerta grande. De mayor impacto resultó la faena a su primer toro con el que se pegó un arrimón y al que de salida quebró dos veces por los adentros con gran ajuste. Muy en corto lo intentó atacar de frente en banderillas. Las cabriolas enloquecieron al público, con el caballero haciendo el teléfono en carrusel continuo. Otra faena intensa resuelta con un contundente rejonazo al quinto desembocó en dos orejas.  

El mismo público se quedó con ganas de premiar con más holgura a Lea Vicens. Una oreja cortó del que cerró plaza en una faena que tuvo un tono creciente de ajuste y temple, con una monta limpia salpicada con su simpatía y apostura. Con el exigente tercero realizó una labor muy sobria, a lomos de 'Guitarra' y 'Gacela', condicionada por un toro al que le faltó ese último tranco. Los ocho descabellos pie a tierra emborronaron la obra y robaron el posible trofeo.

No consiguió tocar pelo el cavaleiro portugués Rui Fernandes, que anduvo inseguro y ligero al clavar en algunos pasajes. La petición en sendos toros no llegó a materializarse en la concesión de trofeos.