Un disco pub muy recordado en Guadalajara: El Puerto

En el rincón de esta semana vamos a recordar  un local de ocio juvenil que estuvo situado en la calle de la Cuesta Matadero y que hizo las delicias de los más jóvenes en los últimos años del Siglo XX; nos estamos refiriendo al Disco- Pub “El Puerto”.
  En la época de los años 80  el joven emprendedor de Guadalajara Eugenio Velasco “ Genin”, se dedicaba a vender lotería de forma particular para sus amigos y familiares. En uno de los sorteos de la Lotería Nacional de los sábados, Guadalajara fue agraciada con una lluvia de millones de pesetas y entre los afortunados se encontraba el vendedor que se había quedado con algunos de los décimos del número premiado. Con parte del dinero obtenido con el premio, Eugenio Velasco, junto con su amigo Luis Calvo, decidieron emprender un negocio de ocio juvenil  en un caserón abandonado de la calle del Paseo 18 de Julio, que posteriormente se denominó Cuesta del Matadero.
  El 7 de agosto del año 1980 el Pub ’El Puerto’ abría sus puertas a la sociedad arriacense, llamando la atención la decoración del local tanto en su exterior como en el interior, en el que predominaba el ambiente marinero y los objetos que pertenecían al deporte de Vela. Simultáneamente en Guadalajara abrían el Pub ‘Charol’ en la Cuesta de San Miguel y el Pub  ‘Bambú’ en la plaza de San Esteban, lo cual dio un ambiente singular a la zona centro de la ciudad, que muchos denominaron como la “Movida Alcarreña”.
  En el Disco- Bar ‘El Puerto’ comenzó a realizar sus primeros pinitos como pinchadiscos el famoso locutor Enrique Pastor. Con el paso del tiempo comenzó a realizar programas musicales en la emisora local de “Ser- Guadalajara” y actualmente se encarga de la programación deportiva del ente informativo de nuestra ciudad.

  Parte de los beneficios que se obtenían en la explotación del local se invertían en la promoción del deporte en las ligas de Fútbol- Sala y Baloncesto, creándose dos equipos, integrados por empleados del local e igualmente por clientes habituales.
  Cuando llegaban las fiestas patronales del mes de septiembre eran muchas las peñas festivas de la ciudad que elegían el local de ‘El Puerto’ para realizar sus actividades festivas. Inolvidable fue la noche en la que los integrantes de la peña Agapitos convirtieron la pista de baile en una improvisada plaza de toros, soltando una pequeña becerra que hizo las delicias de los aficionados al arte de Cúchares. 
  Otra de las anécdotas de este histórico lugar fue cuando el empresario local de hostelería Antonio Rebollo se presentó de manera sorpresiva en el local acompañado de un conjunto de Mariachis Mexicanos, los cuales rondaron a su mujer que se encontraba en el interior del local, que además ese día era su aniversario de boda. Tal fue la emoción que se creó en el interior del local que el hermano del organizador de esta improvisada fiesta, Ramón Rebollo, subió al balcón de la planta superior y pronunció unas palabras muy emotivas, lo cual provocó que fuera sacado a hombros del local como los grandes toreros. 
   En la fiesta de fin de año del año 1999 se ponía el fin definitivo a esta sala de ocio que tan gratos recuerdos dejó a los que pasaron por sus puertas.