Una feria que se reinventa

Pastrana es desde ayer, y durante todo este fin de semana, de nuevo, la capital mundial de la miel. La Feria Apícola, de reconocido prestigio  en todo el mundo, vuelve a celebrarse gracias a la creación de la plataforma online para su desarrollo tecnológico que la convierte en pionera a nivel internacional en este formato telemático. Las más avanzadas tecnologías permiten desarrollar una amplia y variada programación pudiendo llegar a conectarse al mismo tiempo hasta 2.000 usuarios en lo que es un logro del que sentirnos orgullosos. Se trata de una fórmula novedosa que combina la programación online, por desgracia de manera mayoritaria sobre todo en lo que se refiere a las actividades para el público en general, con presencia física a través de la celebración de conferencias o mesas redondas de carácter técnico para profesionales.Una vez más, y es la cuarenta edición,el mundo de la apicultora inicia la temporada en la que es la cita más prestigiosa del sector a nivel internacional y lo hace permitiendo la participación tanto de profesionales como de aficionados gracias a la tecnología. Es momento pues para la felicitación tanto a quienes iniciaron y consolidaron esta feria convirtiéndola en el evento que hoy es, como a las personas que hacen posible la supervivencia en el momento más difícil, el de una pandemia que impide aglomeración de público, incluso visitas de fuera de la provincia. Es una solución imaginativa, digna, ante una situación extrema que permite llevar a cabo una nueva edición que sin duda incorporará elementos que pervivirán en próximos años por lo mucho y bueno que ofrecen los avances tecnológicos pero que deseamos sea de transición, excepcional en la historia, volviéndose pronto a este formato mixto pero con prevalencia de los actos presenciales y los visitantes disfrutando de los expositores, de las actividades y de la belleza de Pastrana. La feria se ha convertido en imprescindible por su carácter formativo y divulgativo para los profesionales. Faltará el ambiente, la gente, la salsa. pero toca sentirnos orgullosos de haber salvado la feria manteniendo su calidad.