Una opción vergonzosa


El peón elegido en esta ocasión es nuevamente el PP azudense y su portavoz Aure Hormaechea, alguien que ha acreditado ser capaz de cualquier cosa.

En los últimos días, tras lo sucedido en Diputación con la tránsfuga Yolanda Ramírez, el PP de Guadalajara tenía dos opciones: condenar y rechazar con rotundidad cualquier práctica susceptible de ser considerada como transfuguismo o desviar la cuestión y atacar para ocultar tan vergonzosa decisión. Ya queda patente que los populares han optado por la segunda vía valiéndose de lo que mejor han demostrado hacer: mentir e insultar. Y parece que han vuelto a fijar en mí su objetivo, sin duda por haber sido alcalde de Azuqueca y ser actualmente el Secretario Provincial del PSOE. El peón elegido en esta ocasión es nuevamente el PP azudense y su portavoz Aure Hormaechea, alguien que ha acreditado ser capaz de cualquier cosa.

 

Por mucho que se empeñen en ensuciarlo todo para salir victoriosos en la maniobra con la que pretenden comprar a través de Yolanda Ramírez la mayoría absoluta que no obtuvieron en las urnas para la Diputación, la realidad es tozuda: bajo mi mandato en Azuqueca jamás cobró un solo céntimo de euro un edil no adscrito a ningún grupo municipal salvo las asistencias a plenos y comisiones, como establece la ley. La señora Hormaechea sabe perfectamente que los únicos medios con los que contaron los cuatro concejales a los que, por problemas internos de su partido, ella mismo acabó expulsando fueron un despacho y un ordenador. Nada más y nada menos que lo que las leyes reconocen a cualquier concejal de un ayuntamiento en sus labores de oposición.

Que ‘no crea el ladrón que todos son de su condición’

El mismo día que leí que el concejal de Ganemos, Diego Parra, había sido expulsado de su partido, me dirigí al actual alcalde de Azuqueca para solicitarle que averiguase la veracidad de esa información y, si se confirmaba, rompiese cualquier acuerdo con él. El alcalde me aseguró que así lo haría (lo tenía claro, como cualquier demócrata) y así lo hizo en el mismo momento en que la secretaria municipal estimó que, dado el problema de división interna en su partido -Ganemos- derivado de un cruce de legitimidades, procedía asignarlo al grupo de concejales no adscritos. Esa fue la firme decisión tomada por mí como secretario provincial del PSOE y por mi compañero, José Luis Blanco. Parra no estuvo liberado en el Ayuntamiento ni un solo día. ¿Qué nombre le ponemos ahora a lo que los compañeros de la señora Hormaechea pretenden hacer en la Diputación de Guadalajara asignando un salario a una diputada no adscrita a la que no le corresponde según la legislación y de la que depende la mayoría del PP en esa institución? Transfuguismo

 

Entre apaños y querellas Cospedal, utilizando al PP de Azuqueca y de Guadalajara, pretendió aniquilarme políticamente con una denuncia falsa sustentada en un informe falaz y disparatado. La dudosa instrucción del caso dejó poco margen de maniobra para actuar contra la misma pero Aure Hormaechea sabe perfectamente que incluso concejales y militantes del PP nos han expresado que aquel montaje no iba a ninguna parte. Su única intención era derrocar al entonces alcalde de Azuqueca, y al candidato socialista. A pesar de todo, aquí seguimos; esperando las disculpas públicas de ella y de su partido. Y aquí seguiremos, también, para recordar que lo que va a hacer el PP en la Diputación, con la pantalla de Hormaechea, es profundamente inmoral e ilícito.