Una provincia a dos velocidades
El problema es conocido, las soluciones también, y pese a la cuantificación pueblo a pueblo de las perdidas, debemos mostrar optimismo en cuanto al futuro.
La objetividad de las cifras es el mejor termómetro para constatar las tendencias que desde hace tiempo conocemos. En la cara de la moneda, la capital, los municipios del Corredor del Henares, con un crecimiento poblacional continuado, más o menos intenso, pero constante, beneficiado por ser cinturón de referencia empresarial en el conjunto del país, en particular en el mundo de la logística. Esta parte de la provincia es atractiva para la inversión y las perspectivas de futuro son halagüeñas si se sigue en la buena línea de trabajo que se iniciara con el desarrollo industrial de los años sesenta. Es buena noticia pues la publicación de los datos del Instituto Nacional de Estadística que concretan este incremento poblacional superior a los cuatro mil habitantes. Pero hay cruz, la verificación de que 150 municipios han perdido empadronados entre 2019 y 2020. Solo cinco de las 32 localidades con más de mil habitantes han disminuido su población, lo que demuestra que los pequeños son los que cada año tienen menos gente en un proceso que no se detiene pese a la mayor concienciación sobre la desertización de extensas comarcas, que incluso lideran ese negativo ranking a nivel europeo. El problema es conocido, las soluciones también, y pese a la cuantificación pueblo a pueblo de las perdidas, debemos mostrar optimismo en cuanto al futuro porque de la teoría pasaremos pronto a la práctica en lo que a decisiones concretas se refiere. En abril se aprobará en las Cortes regionales el anteproyecto de Ley de Medidas contra la despoblación que contempla el 90% de las conclusiones de la Comisión sobre la materia celebrada a lo largo de 2020. Además se aprobará una estrategia regional diseñada para consolidar los resultados a largo plazo con independencia de los cambios de gobiernos. Las partes implicadas se han manifestado y llega el momento de abordar, con rango de ley y unidad política, las acciones a desarrollar para revertir la situación y dar una oportunidad al medio rural que durante la pandemia, especialmente con el auge del tele trabajo, se ha mostrado como lugar ideal para fijar un proyecto vital. Las cifras volverán a hablar cada inicio de año y confiamos en que refrenden las buenas sensaciones y deseos que hoy tenemos respecto a las dos realidades que vive nuestra provincia.