Unidad frente al terrorismo
Como ciudadanos debemos estar unidos para que no quede ninguna rendija en nuestra sociedad por la que colarse las argumentaciones de estos fanáticos encontrando así alguna justificación a su sinrazón.
Al unísono, sin fisuras, de manera contundente, clara, directa, serena y firme, todas las administraciones públicas en representación de la ciudadanía, las distintas formaciones políticas, sindicatos y diversos colectivos han expresado su condena rotunda ante el acto de terrorismo sufrido en la ciudad de Barcelona, así como el dolor por los fallecidos y la solidaridad con los heridos, familiares y amigos de todas las víctimas. Indignación ante la barbarie, rabia por un ataque traicionero y cobarde, temor, y plena confianza en la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de todos ellos, así como esperanza en el trabajo de aquellos que luchan contra esta forma de violar los derechos más elementales del ser humano. La unidad de todos los que compartimos los valores democráticos y deseamos una convivencia pacífica y en libertad es nuestra principal baza frente a la irracionalidad de los violentos que sesgan de manera indiscriminada la vida de personas que nada tienen que ver con sus conflictos políticos o religiosos. La batalla al terrorismo debe darse desde la Ley y también desde la experiencia acumulada por décadas de sufrimiento de esta lacra que en España ya dejó casi un millar de muertos. Las formas de operar han cambiado desde entonces. Ahora se ha simplificado y abaratado el modo de actuar de estos criminales siendo muy peligrosas sus acciones. Aún así, desde que nos encontramos en nivel de alerta 4 se llevan a cabo medidas preventivas en lugares de mucha concurrencia de público y el trabajo diario permite realizar continuas detenciones y frustraciones de muchos de los intentos de matar. Como ciudadanos debemos estar unidos para que no quede ninguna rendija en nuestra sociedad por la que colarse las argumentaciones de estos fanáticos encontrando así alguna justificación a su sinrazón, continuar con la vida normal sin permitir que nos la alteren, proseguir en la defensa de la libertad y de la democracia y denunciar cualquier actitud sospechosa. Terminaremos por derrotar a los enemigos de la humanidad.