Veraneo en los pueblos

22/08/2016 - 18:28 Pedro Villaverde Martínez

Siempre hemos escrito que los pueblos es una de las mejores opciones para pasar estos largos días de verano.

Siempre hemos escrito que los pueblos es una de las mejores opciones para pasar esos largos días de verano con los recuerdos de pequeño y el reencuentro de los amigos y familiares, sin olvidar a esa naturaleza que nos vio crecer y que para cada cual suele ser la mejor. Ahora, cuando las duras faenas del campo se han suavizado sobremanera y el duro recoger de  la siembra se ha convertido en tarea mucho menos pesada, puede resultar incluso más atractivo ir a disfrutar de aquellas tierras. Cierto que muchas imágenes y estampas de antaño ya no volverán a repetirse, como el escuchar el canto del gallo muy de mañana o el cuerno del cabrero para recoger las cabras del vecindario y llevarlas a pastar al campo, ni el cantar típico de la siega... La vida ha cambiado una barbaridad y la vida en los pueblos de antaño mucho más, si cabe. Las calles y las plazas ya no huelen a animales de trabajo o a sus excrementos, muchas veces cuantiosos en ellas. Las casas de piedra y barro que nuestros mayores habitaron han sufrido una remodelación casi total. Las pequeñas centralitas de luz o simplemente molinos, como se llamaba en mi Huertapelayo natal ya desaparecieron y dieron paso a la luz servida por las grandes Centrales Eléctricas, pues antes aquellos molinos que se alimentaban de escasa agua por el estiaje solían dejarnos a oscuras con cierta frecuencia por la escasez de ella. Tenía su encanto todo aquel vivir en los pueblos con pocas facilidades de las que hoy disfrutamos y sin las que ya parecería poco menos que imposible vivir ahora. Curioso puede resultar ese resurgir de la vida en el verano en esos pueblos que si algunos llegaron a ser totalmente abandonados, ahora se muestran rehabilitados casi en su totalidad como en el citado Huertapelayo que he tenido la oportunidad de visitar este verano durante sus fiestas. Nuestra provincia tiene más de cuatrocientos núcleos de población y muchos de ellos vuelven a la vida en este mes de agosto con la celebración añadida durante unos días de festejos que se organizan, otro mérito en su haber, por la colaboración de los vecinos en muchas ocasiones organizados en asociaciones. Los pueblos son para el verano y las distintas vacaciones, añadiríamos. Toca disfrutar de ellos y agosto en una ocasión propicia.