Alcarreños sois nobles y fieros...

10/03/2012 - 23:46 Rubén Martínez

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Foto: Rafa Martín
En el Escartín se presentaba en sociedad el nuevo himno pero tal vez fue el día que mejor se encarnaron los valores que promulga el anterior, el de toda la vida. ‘‘Alcarreños sois nobles y fieros, haceis gala del temple español, combatiendo sois grandes guerreros, cuya meta final es el gol’’. Este par de frases de tifo son la mejor forma de definir la histórica cita que vivió el club morado ante el Deportivo.
El cuadro de Terrazas se vació sobre el césped pero el líder fue demasiado líder. Ajustició sin miramientos a los morados cuando ponían en entredicho el dominio y el poderío gallegos. No le dejó subirse a las barbas. Con buenos modos, con suavidad, casi sin dolor pero de forma implacable, el conjunto de Oltra ejecutó en el primer tiempo. Después, se echó a dormir la siesta pero despertó de improvisto ya en la segunda mitad con el empate de Iván Moreno. Y tras el sobresalto, los coruñeses metieron la sexta velocidad y en un abrir y cerrar de ojos ya habían marcado el segundo. Poco o nada le había durado la alegría a los 5.000 aficionados alcarreños. Poco o nada le duró el disgustó a los cerca de 2.000 coruñeses.
 
Devuelto el orden natural de las cosas (click) a los de casa no les quedó otra que luchar y luchar hasta el final. Sin premio, ante los gallegos era una guerra perdida. Nadar para morir. Pocos daban un duro por el Guadalajara. Se presuponía una diferencia abismal entre los dos equipos pero nada más lejos de la realidad. El fútbol es once contra once y ayer quedó reflejado. El Depor, el de Guadalajara, contrarrestó esa inferioridad en cuanto a calidad, físico y entereza táctica con una inquebrantable dosis de ilusión, llevado en volandas por un Escartín engalanado hasta las trancas para recibir al mítico Deportivo de La Coruña, al que tuteó en casi todas las fases del encuentro. Al final y como se suele decir en estos casos, decidió el talento, ese que floreció en los momentos precisos. Había demasiados flancos a los que echar el ojo: Valerón por el centro, Guardado, caído a la izquierda, Riki, merodeando en la corona del área o el incesante goteo de subidas de los laterales –más bien carrileros– Laure y Morel. Era lógico que al final explotara por algún lado. De todos modos, el Depor jugaba al compás que marcaba Álex Bergantiños. Cuando Jonan o Jony acertaban a taparle, prácticamente, el Deportivo quedaba anulado, encomendado exclusivamente a los chispazos de calidad del mago Valerón.
 
El problema en el primer cuarto de hora fue doble: Por un lado, Bergantiños campaba a sus anchas; y por otro, los morados estaban obcecados –una vez más– en el juego directo. Conclusión: la peor de todas. Los gallegos tenían el esférico y el Guadalajara desechaba las posesiones con desplazamientos en largo, demasiado fáciles para Colotto y Ze Castro. Sin embargo, una ‘vocecita’ debió de resonar en la conciencia: había que jugar por abajo. Dicho y hecho. El cuadro alcarreño, por los medios tradicionales, comenzó a embotellar al Deportivo de la Coruña con Ernesto aglutinando el protagonismo. Aunque sin la profundidad de otras tardes –hay que reconocer que de un tiempo a esta parte no anda demasiado fino– se las apañó para mandar un balón al lateral de la red y provocar la agitación de la grada tras ser derribado por Morel dentro del área. Penalti o no, según quien lo mire. Los de Oltra habían caído en la encerrona. Arriaga probó la soltura de Aranzubia, único portero en la historia de la Liga en marcar un gol con la cabeza. Pues el vasco también sabe usar las manos, sacó la manopla y evitó el primero del Guada.
 
¡Más madera!
Jonan se descolgó al ataque en dos acciones casi consecutivas pasado el ecuador de los primeros 45 minutos. La primera, un disparo seco desde la corona del área; la segunda, desde una posición algo más retrasada, intentando una vaselina diabólica para quitarse el sombrero. Ambas se marcharon por encima del travesaño sin consecuencias para el marcador. El tiempo pasaba y seguía imperando una inquietante igualdad solo difuminada por el bello toque de Valerón.
 
El canario se movía poco pero tampoco le hacia falta. Actuando como boya, cada vez que entraba en contacto con el balón resultaba delicioso, habilitaba a sus compañeros con normalidad, sin aspavientos, puede jugar con esmoquin, pajarita y mocasines. También un escalón por encima se encuentra Guardado. El internacional mejicano acarició el 0-1 pero se topó con Saizar. En el saque de esquina posterior, Riki disparó de semichilena pero Ernesto salvó bajo palos; el rechace cayó a Bruno Gama, que desde el pico izquierdo del área, continuaba el tiroteo visitante con una parábola sensacional, que se coló por la escuadra del marco de Saizar. Con los morados, groguis, Iván Moreno aún tuvo que evitar sobre la línea de gol el segundo antes de encarrilar el túnel de vestuarios. El ‘toma y daca’ se reanudó tras el descanso. Salieron Collado y Nico, el punto y la i. El primero para ayudar a Aníbal en la delantera y el segundo, precisamente para eso, para que llegara algún balón franco a los arietes. Aún así, los locales seguían adoleciendo de profundidad. Así que tuvo que ser una genialidad de Iván Moreno la que igualara la contienda. El ‘Potro de Plasencia’ se perfiló desde 30 metros y mandó un obús inalcanzable a la meta de Dani Aranzubia. Sin duda uno de sus mejores goles y eso que los ha metido de todos los colores y en todas las categorías (Tercera, Segunda B y Liga Adelante) con la elástica morada. Fue un subidón de adrenalina y de convicción. Nadie daba ya un duro por el cuadro de Terrazas, que parecía muerto pero por bemoles, había conseguido el empate.
 
La grada se reactivó, el Depor reculó y el Guadalajara creyó. Tenía la sartén cogida por el mango y por primera vez, atisbó la posibilidad de sorprender al líder... pero le duró poco la alegría. Cinco minutos después, Bergantiños dejó a la defensa alcarreña en evidencia con un pase magistral hacia Riki. El ex del Getafe no perdonó en el mano a mano devolviendo la ventaja a los suyos. Como en el primer gol, al filo del descanso, otro mazazo psicológico. Demasiado para un Guada, entregado pero con sus evidentes limitaciones. Al menos la absurda expulsión de Ze Castro daba una ligera tregua a los morados de cara a los últimos diez minutos. Pero el Deportivo no cedió, contemporizó y celebró con rabia un triunfo más sufrido de lo que habría imaginado en sus peores pesadillas. Cumplió el expediente y a este ritmo, no volverá al Escartín, al menos no en la Liga Adelante. El Guadalajara, por su parte, tuvo un papel muy digno, plantó cara y no entregó la cuchara en ningún momento. Murió de pie, con las botas puestas, con orgullo y ese es su billete para lograr la permanencia.
 
LA FICHA

DEPORTIVO GUADALAJARA: Mikel Saizar, Antonio Moreno, Gaffoor, Javi Soria, Javi Barral, Jony, Jonan García (Nico, min. 61), Iván Moreno, Ernesto, Arriaga (Collado, min. 60) y Aníbal. 

 

DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Aranzubia, Morel, Ze Castro, Laure, Colotto, Álex Bergantiños, Guardado, Bruno Gama (Salomao, min. 64), Valerón (Borja Fernández, min. 74), Juan Domínguez (Aythami, min. 80)  y Riki.

 

ÁRBITRO: Hernández Hernández auxiliado en las bandas por Aboy Ribas y Naranjo Pérez (Colegio Canario). Cartulinas amarillas para Jony, Aníbal, Javi Soria e Iván Moreno en el Guada y  Aranzubia, Salomao y Riki en el Deportivo de La Coruña. Expulsado por doble amonestación Ze Castro, de los visitantes, en el minuto 79.

 

GOLES: 0-1, Min. 39: Bruno Gama. 1-1, Min. 64: Iván Moreno. 1-2, Min. 69: Riki.