Alonso, con la necesidad de resurgir para no decir adiós

De todos modos, pese a la distancia y a la superioridad hasta el momento ofrecida por los Red Bull y por la ‘flechas plateadas’, el bicampeón del mundo sigue enviando mensajes de que la remontada es posible y que es a partir de esta segunda mitad de la campaña cuando se dilucidarán los aspirantes finales.
El ovetense, con una victoria en 2010 (Bahrein) y sólo dos podios más (Montmeló –2º– y Canadá –3º–), advierte que el ‘F10’ está mejorando sus prestaciones y que deberían rendir mejor en un trazado, más corto, y donde las diferencias con sus rivales en la calificación deben ser más cortas, aunque, por el contrario, cualquier mínimo error se paga caro. Además contará con piezas nuevas como una nueva versión del difusor, cuya utilidad se podrá comprobar ya en los libres de hoy.
En las últimas sesiones calificatorias, su ‘bólido rojo’ ha estado óptimo y el Gran Premio de Alemania es uno de los favoritos para la ‘Scuderia’, con un total de 19 victorias, aunque la última fue en 2006 con Michael Schumacher. Desde entonces, dos terceros puestos de Felipe Massa han sido su mejor bagaje.
Por ello, Alonso, ganador en Hockenheimring en 2005, año de su primer entorchado, tendrá que volver a pelear por lograr una buena calificación para tener la oportunidad de pelearse con los casi inalcanzables Red Bull, cuyos principales enemigos parecen estar en su propio equipo.

Los piques de Red Bull
Y es que la escudería austriaca anda revuelta en la discusión sobre quién es el número uno si el australiano Mark Webber o el alemán Sebastien Vetttel. En Silverstone, la polémica saltó cuando retiraron una pieza del coche del oceánico para dársela al germano, aunque la victoria en Inglaterra fue para el primero, irónico a la hora de celebrarlo. Después de lo de Turquía, éste ha sido el segundo incidente que ha sufrido el equipo que más fortaleza ha demostrado en el campeonato, dominando las sesiones clasificatorias, con nueve de las diez posibles ‘poles’.