Aquel 13 de junio en La Casilla de Bilbao, hace 27 años
Daban las ocho de la tarde y el CB Guadalajara acababa de conseguir uno de los logros más grandes que haya tenido la ciudad de Guadalajara en toda su historia.
Diez días antes el Club Balonmano Guadalajara acababa de conseguir en León el ascenso a la liga Asobal, los dos equipos realizaron una grandísima temporada.
El CB Guadalajara cuajó una gran liga regular quedando primer clasificado y obteniendo el factor campo a su favor en la lucha por el titulo y por el ascenso, mientras se jugaba el play-off de ascenso se terminaba el último tramo de ligar regular, en primera ronda el equipo morado tuvo como rival al Gran Canaria, equipo al que ganó por la vía rápida, para encontrarse en semifinales con el Askatuak de San Sebastián al que también ganó. En este cruce hubo más problemas de los deseados, pero se consiguió el pase a la final donde esperaba el Caja Bilbao. Poco tardó en calentarse la final desde tierras bilbainas. El entrenador, Llaneza, decía que "el rival más peligroso de Guadalajara era su presidente Juan Manuel Hueli, por los contactos que tenía en la Federación".
La final se jugaría a cinco partidos y los alcarreños contaban con el factor campo en caso de ser necesario un quinto encuentro, algo que no hizo falta ya que solo hubo cuatro partidos por culpa de una mala defensa en el tercer encuentro. Los dos primeros partidos fueron en el San José, el primero un viernes a las siete y media de la tarde –el lleno fue absoluto–, los morados consiguieron la victoria y ponían el uno a cero en la final. El segundo partido se celebró un domingo por la tarde; era además día Elecciones Generales. La hora fue la misma que el viernes y el partido fue mucho más duro y los morados tuvieron muchas dificultades. Aquel partido tuvo muchos héroes, pero Ricardo Peral fue el mejor baluarte ya que en el tramo final de la remontada fue el pilar que sujetó al equipo en defensa poniendo dos soberanos tapones a Shaun Vandiver, entonces foráneo del equipo bilbaíno y una de las estrellas de la competición. También destacó en ataque, hundiendo los balones que a David Brabender estuvieron apunto de salirse del aro. El partido se ganó y el público se echó a la pista entre abrazos y lágrimas de alegría. La final se ponía dos a cero.
Bilbao esperaba el siguiente viernes. El primer partido en La Casilla se perdió debido a una mala defensa y que los bilbaínos no perdonaron tantos errores; se ponía el dos a uno. Llegó el domingo siguiente y los alcarreños conscientes de lo que se jugaban no querían un quinto partido aunque fuese en casa. Caja Bilbao era un rival muy duro y sobre todo peligroso e imprevisible. El partido igual de duro que los demás, se sacó adelante con dos héroes claros, David Brabender y su capitán el "Gordo" Sánchez Burgués que clavó dos triples de siete metros a falta de unos minutos para terminar el encuentro, un mazazo que hundió a los locales y que llevó a los morados a hacerse con el ascenso y por fin meter a Guadalajara en el panorama nacional de la élite, un logro del que 27 años después los alcarreños, los paletos y pueblerinos como osan llamarnos algunos, nos sentimos muy orgullosos de conseguir ya que somos la primera y única ciudad de toda la región castellanomanchega en seguir teniendo como nuestro ese logro y honor. Es algo de lo que yo personalmente me siento orgulloso y que no me he quedado en el año 93 como dicen algunos, pero es que el CB Guadalajara es y sigue siendo el club, la institución más grande que habido y que habrá jamás.
ROGER ESTÉVEZ, entrenador de baloncesto