Autocrítica y confianza en una reacción

Sin embargo, el fútbol da una nueva oportunidad para levantarse y el Deportivo la tiene a la vuelta de la esquina, el domingo, sin ir más lejos.
El partido en Leganés se convierte en una buena prueba de fuego para el equipo morado, que confía en reaccionar para enderezar un rumbo que se ha torcido en los últimos diez días, en los que el Deportivo ha jugado tres partidos para sumar únicamente un punto de nueve posibles y obtener las dos primeras derrotas de la temporada, ambas en el Pedro Escartín, encajando cinco goles en dos partidos, algo inusual hasta el momento en el conjunto de Kike Liñero.
El propio entrenador vizcaíno del Deportivo confía en la reacción anímica de sus futbolistas, recordando que, durante el partido frente el Alcalá, “el equipo nunca bajó los brazos. Por eso no tengo que estar preocupado. Es una derrota más, quedan tres puntos menos, pero hay que estar a las buenas y a las malas. Ahora toca apretar los puños y estar fuerte. Es en estos momentos cuando el equipo tiene que estar más unido y remando todos en la misma dirección porque todavía hay mucha tela que cortar”.
Así las cosas, Liñero quiere lanzar un mensaje de optimismo a una afición que terminó bastante desencantada con la segunda derrota consecutiva en el Pedro Escartín y que no confía mucho en una victoria del equipo morado en Butarque. Pero el técnico vasco recuerda que el Leganés “tampoco está anímicamente como para tirar muchos cohetes”, después de dejar escapar la victoria en la segunda parte ante el Getafe B en el duelo vecinal de los equipos del sur de Madrid.
El conjunto pepinero fue incapaz de ganar al filial getafense con superioridad númerica de dos futbolistas. El Getafe B jugó con nueve desde el minuto 44 y consiguió marcar para empatar a uno, arrebando así al conjunto pepinero los dos primeros puntos de la temproada. Por tanto, Liñero concreta que “me gusta ser optimista y ganador. El Leganés, con dos jugadores más, dejó escapar el partido. Nosotros ya somos mayorcitos y tenemos que estar pensando en ir a Leganés a por los tres puntos, que es la mejor manera de olvidar este tipo de partidos”.
Dadas las circunstancias, el técnico califica el partido del domingo, a las 12.00 horas en el campo del líder como “muy importante para no desengancharnos. Jugamos contra un rival que está bastante fuerte en cuanto a resultados. Tendremos nuestras opciones y hay que sacar los tres puntos para que no se nos escapen”.
Liñero no podrá contar con Iván Moreno, que será sancionado por la doble cartulina amarilla que vio ante el Alcalá, circunstancia que también contribuyó a la severa derrota sufrida por el Deportivo. Sin embargo, recupera a Ernesto, que ya está entrenando con normalidad y que tiene muchas posibilidades de volver al once titular, regresando Nico a la banda derecha. Además, Aníbal jugará muy motivado ya que se enfrentará a su ex equipo. En el Leganés su central Pedro Hernández no podrá jugar tras ser expulsado en los últimos minutos del partido ante el Getafe B.

Sanmiguel: “Fue un susto”
Mientras, Sanmiguel volverá a entrenar hoy después del susto que protagonizó el miércoles tras un balonazo que recibió en la cabeza cuando corría el minuto 83 y que provocó su fulminante desmayo. El portero valenciano, que pasó parte de la madrugada del jueves en el hospital, está recuperado del fuerte traumatismo y podrá defender la portería del Deportivo en Butarque, esperando repetir la gran actuación que tuvo la pasada temporada en el mismo escenario. ‘Sanmi’ relata los primeros instantes tras el balonazo que provocó su desmayo: “Al tirarme desde una distancia tan corta intenté girar la cara pero el balón me dio entre la mandíbula y el oído y me dejó grogui. De ahí hasta que me levanté y volví a caer, me quedé inconsciente unos segundos y no me acuerdo de nada más. Afortunadamente todo ha quedado en un susto, las pruebas han salido bien y no hay que preocuparse de nada”, confirma el meta del Deportivo, quien añade que “me duele mucho más el alma por la derrota que el golpe en sí”.
Desde su experiencia en el vestuario, Sanmiguel lanza un mensaje de tranquilidad y también de autocrítica: “Hay que reaccionar rápido. Fue un partido malo en general en todo y hay que olvidarlo cuanto antes para pensar en ganar en Leganés. Tenemos que sacar la casta para reaccionar. Un mal partido no empaña el resto del trabajo porque hasta el miércoles habíamos competido bien en todos los partidos. Debemos estar tranquilos y hacer fuerza entre todos”.