Brihuega y Sigüenza, únicos supervivientes en la Segunda División B

Se confirma la renuncia de dos históricos, el CFS Alamín y la Unión Deportiva Guadalajara a participar en esta división. El presidente del CFS Alamín, José Alfonso Montes, ya avanzó hace unas semanas que sólo “un milagro” podía hacer que su club se inscribiera en categoría nacional. Ahora, después de 30 años de historia, el club alaminero se queda sin su equipo de referencia y participará la próxima temporada con sus categorías inferiores. Las dificultades económicas por las que ha atravesado este curso el club y que se han incrementado tras la marcha de su principal patrocinador –Grupo Ballesteros– ha provocado que la directiva tome una difícil decisión, pero que al menos, asegura la continuidad del club alaminero.

Por su parte la UD Guadalajara –base del recordado Gestesa– también había mantenido el derecho deportivo a participar en Segunda B, pero económica y estructuralmente el club no se ha visto con opciones para continuar.

Pero el hecho más sorprendente es el del Sigüenza, que ha sido incluido por la Federación en el grupo II de Segunda División B, donde se encuentran equipos de Aragón, País Vasco y Navarra, una decisión incomprensible que tendrá un alto coste en desplazamientos para el club seguntino.