El Azuqueca prosigue con su triunfal camino quien sabe si con el play-off como destino y comienza el 2013 igual que acabó 2012: con victoria. Esta vez en el derbi, sobre el papel, el más desigual de cuantos se recordaban. Pero nada de eso. Ni los rojinegros desplegaron un fútbol apabullante ni el Marchamalo fue la cenicienta que esperaban algunos. Como en cualquier duelo de esta índole, en ambos bandos hubo tensión, pasión, ganas de agradar y entrega por doquier. En líneas generales imperó la igualdad en un partido con pocas oportunidades y sin apenas pinceladas de brillantez (el césped estaba muy pesado y no acompañaba). Finalmente acabó por imponerse la lógica, esa que daba como claro favorito al cuadro de Miguel López pero realmente no fue un camino de rosas para el cuadro foráneo.
Porque los gallardos vendieron cara la derrota aunque acabaran tirando la toalla en el segundo tiempo ante el mayor empaque de su vecino provincial. Una vez el Azuqueca deshizo el 0-0 inicial tomó la sartén por el mango y no dio opción al cuadro de López Amado, desesperado y descosido ante la adversidad. Sin embargo, el equipo azudense tardó en imponer su teórica superioridad. Un disparo de Kevin Barrera que golpeó en De la Plata significó el 0-1 y ya en el descuento, Robledo hizo el 0-2 definitivo.
(CRÓNICA AMPLIADA, ALINEACIONES Y DECLARACIONES, EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL LUNES)