Condena arbitral en León
No encontró la victoria el Guadalajara frente a un Abanca Ademar que supo contar con el factor externo de la grada para presionar a los colegiados en los momentos decisivos. Fue un partido extraño, con muchos errores fruto del nerviosismo y del alto ritmo impuesto por los dos cuadros. La entrada en cancha del guardameta local Nacho Biosca resultó decisiva para decantar la balanza y romper el partido.
Arrancó Guadalajara con mayor ritmo y una defensa que ponía en constantes apuros el ataque marista. Con un nivel de actividad muy alta de Moyano y Parra ponerse 0-2 en el marcador hasta que los de Dani Gordo empezaron a asentarse en el partido. La defensa en adelantado del cuadro leonés no dejaba los mejores resultados. No fue hasta pasado el minuto 10 cuando el Ademar puso parejo el partido con buenas acciones individuales. Así continuó el partido hasta que los alcarreños decidieron escaparse con tres goles prácticamente consecutivos por el centro de la defensa leonesa. Mucho se había hablado de los problemas en la parcela central para defender de los locales. Unos problemas que se confirmaron cada vez que el equipo visitante atacaba esa zona. Buscaba soluciones Dani Gordo colocando un 5-1 y presionando la circulación de balón de Guadalajara. Una defensa contra la que el antídoto perfecto era Javi Parra, efectivo y activo para dar réplica. Lo consiguió más en ataque que en defensa con un parcial 4-0 para empatar el partido al borde del descanso.
El cambio en la portería para dar cancha al catalán Nacho Biosca que consiguió frenar las embestidas visitantes y dar buenos balones para las contras maristas. La vuelta a la cancha siguió por los mismos derroteros con un Ademar que jugaba muy fácil y lanzaba contras para descoser el partido. Hubo de pedir tiempo muerto Montes cuando dos goles de Mikel y uno de Almeida hicieron que el Ademar se pusiese tres goles arriba. Surtió efecto el tiempo muerto demostrando que Ademar y Guadalajara son equipos de rachas y poco capaces de atar los partidos.
Tres goles prácticamente consecutivos que volvieron a dejar igualado un partido de rachas alternas y conductas muy erráticas en ambos conjuntos. Era un momento de intensa fragilidad de la defensa marista que supo aprovechar el equipo dirigido por Montes. Un choque de ida y vuelta, un divertido correcalles donde el público sufría y reía a partes iguales. La defensa en avanzado de los leoneses no daba sus frutos y Dani Gordo tenía que pedir tiempo muerto para ajustar su engranaje. Necesita con urgencia este Ademar un jugador que aporte solidez en la parcela central.
El momento clave fue con la doble exclusión marista que dejaba con cuatro jugadores de campo a los de Dani Gordo. El balance fueron dos goles anotados desde siete metros por Reig pero sin conseguir despegarse en el marcador para entrar en un final infartante. El final tuvo polémica además de la máxima igualdad. Montes solicitó tiempo muerto para clarificar ideas y realizar una última jugada de laboratorio. Una jugada larga con remate que repelió Biosca y terminó con balón en saque lateral para el Guadalajara. Ahí fue decisiva la grada leonés que increpó a la pareja arbitral que terminó por decretar pasivo dando el balón y la victoria a un Ademar que supo navegar en la zozobra. Un resultado que dejó a un vestuario alcarreño muy enfadado con la actuación arbitral.