Contra la madera

01/11/2015 - 12:29 Ana G. Hernández

El Azuqueca no pasó del empate frente a un Almagro bien colocado sobre el terreno de juego. No fue el partido más brillante de los de Joselu, que, no obstante, se estrellaron hasta en dos ocasiones contra la madera.


Los rojinegros intentaban dominar el duelo, estaban en casa y eran líderes de la categoría. De ahí que desde el primer momento intentaran imprimir su ritmo al duelo. Así llegaron las dos primeras ocasiones, de Gése y Esaú, ambas anuladas por fuera de juego. La siguiente llegó a través de Roberto Izquierdo y un tiro desde media distancia. Sin embargo, la más clara llegó en el minuto 19. Fue una falta botada por Navas que prolongó Pancorbo y que voleó hacia las mallas Gése. El gol fue cantado por el San Miguel, pero nunca subió al marcador. El línea decretó que la torre azudense estaba en fuera de juego. Por su parte, los manchegos solo se atrevían a cercar la portería de Javi Alonso si era a balón parado. De hecho, en la primera media hora dispusieron de hasta tres saques de esquina. No obstante, el luminoso no se movió.


La segunda parte comenzó como acabó la primera, sin ningún tipo de atractivo. La pimienta la puso Navas con un intento de gol olímpico que salvó Astilleros cuando se colaba, pero poco más. De hecho, el Almagro se limitaba a para con constantes faltas el ritmo que pudiera tener el líder. De ahí que Joselu hiciera un doble cambio en el minuto 52. Daba la alternativa a Javi Heranz y Jorge Rojas. Debía reactivar su medular. A pesar de las dos incorporaciones, las ocasiones seguían llegando a balón parado. Otro saque de esquina de Navas, pero, en esta ocasión, rematado entre Pancorbo y su marca y que se marchaba rozando el larguero. Las dos ocasiones a balón parado sirvieron para que el Azuqueca se lo creyera, especialmente con el criterio que estaba dando Javi Heranz en el centro del campo. Suyos fueron dos balones profundos que Roberto Izquierdo fue incapaz de aprovechar.


El Azuqueca se estaba encontrando y el acoso sobre la portería de Astilleros empezaba a ser inevitable. Pero al líder, le faltaba tranquilidad. Tena la mandaba fuera por poco, justo antes de que un cabezado de Esaú fuera sacado bajo palos por la defensa visitante. En el rechace, Pancorbo estampó la pelota en el cepo derecho. No sería el último en toparse con la madera, Esaú remachó un centro medido de Tena al travesaño. Era el minuto 84 y el partido expiraba. Miguel Ramos la tenía en el 86 con un tiro desde la frontal que se marchó lamiendo la escuadra. Fue la última ocasión de un partido poco vistoso.