Copa rota

12/12/2013 - 10:41 Juanjo Ortega

Aturdido y abrumado por la duda (…) Con los nervios destrozados y llorando sin remedio como un loco atormentado por la ingrata que se fue.
Estas líneas, pertenecientes a la canción ‘Copa Rota’ de Los Rodríguez, vienen como anillo al dedo para explicar la sensación con la que se quedó el Balonmano Guadalajara al verse apeado de los cuartos de final de la Copa del Rey por el Balonmano Huesca. Y no es para menos, porque la cita, con aires de gran fiesta durante 13 minutos (12-3) se convirtió en una pesadilla para el combinado local (26-32). Una pesadilla con dos nombres propios, el cancerbero Rodrigo Corrales que detuvo el 57% de los lanzamientos que recibió y el lateral derecho Alejandro Marcelo, que anotó 13 goles con un 100% de efectividad. Antes, mucho antes; la película era muy distinta. Propulsados por la buena defensa, un inspirado Bombom Almeida bajo palos y la dupla Muiña-Silva en ataque; los de Garralda parecían querer finiquitar la contienda por la vía rápida (12-3, minuto 13). Esos guarismos unidos a la buena marcha de los alcarreños en casa –sólo el Barça ha ganado aquí–, hacían vislumbrar un chupito breve e intenso más que una Copa.

Sin embargo, todo cambió con la irrupción de Corrales en la pista. De pronto, el ataque morado gripó y sus constantes vitales cayeron a plomo. La alegría se tornó en preocupación y, poco después, en alarma (13-12, minuto 25). Los locales salvaron la cara en el tramo final del primer acto (16-13, al descanso), pero entraron en coma en el arranque del segundo (17-19).

Garralda logró reactivar a los suyos con un desfibrilador en forma de tiempo muerto (25-25, minuto 49). El tópico indicaba que arrancaba un nuevo partido de sólo diez minutos, pero nada más lejos de la verdad porque para entonces existía un equipo que creía, el Huesca, frente a otro agarrotado y preguntándose aún qué estaba ocurriendo. El resultado no podía ser otro y los oscenses sellaron su pase a cuartos de final. El Balonmano Guadalajara vio cómo se rompían sus ilusiones en la Copa.