Cristian Fernández vuelve a casa y hace realidad uno de sus sueños

Quizá fue una de esas oportunidades que te abren puertas. El técnico del Depor, Carlos Terrazas, se fijó en él y ya se ha convertido de forma oficial –así lo anunció el presidente Retuerta en rueda de prensa– en el primer fichaje del proyecto alcarreño en la Liga Adelante.

“El pasado jueves nos reunimos con Celestino Vallejo después de que Terrazas mostrara interés por ficharme. Fue una charla amistosa y para nada pensé que fuera a ser todo tan rápido. Me siento muy orgulloso del interés que ha mostrado el míster y voy a recompensarle con mucho trabajo. Estoy contentísimo porque jugar en Segunda en el club donde has crecido, para mí es un sueño hecho realidad”, comenta el joven futbolista de apenas 22 años –23 hará en diciembre–.

Su regreso a Guadalajara es algo para el propio protagonista inesperado porque “tenía contrato con el Albacete y mi intención era haber continuado, pero llegó un nuevo entrenador y buscaba otro perfil de futbolista. No sabía dónde iba a jugar la próxima temporada y con esa intranquilidad me fui de vacaciones. Había propuestas –una de las más interesantes era la del Valencia Mestalla–, pero apareció el Depor y los colores tiran mucho. Desde que empecé a jugar al fútbol, nunca pensé que iba a vivir todo lo que me está ocurriendo. Voy cumpliendo mis sueños”, destaca.

 

Celebró el ascenso

Esperando vivir momentos históricos con el Deportivo, para Cristian su debut en Segunda en el Carlos Belmonte ante el Salamanca y la visita al Miniestadi de Barcelona –al que volverá esta temporada– con Iniesta y Zubizarreta, entre otros, viendo el partido, son los dos mejores momentos –por ahora– de su meteórica carrera deportiva que afronta un nuevo desafío en Guadalajara.

“Soy un chaval joven pero voy con la mentalidad de no regalar nada, trabajar a tope y ganarme la confianza de Terrazas. Es una pena que no empiece la pretemporada ya y aún tenga que esperar al jueves”, dice, entre risas, el delantero. Fernández, que se reencontrará con Sanmiguel y Jorge, con los que llegó a entrenar en alguna ocasión con Yoyo en el banquillo, aspira a ser “una esponja y aprender de todos mis compañeros. Es un orgullo jugar en el equipo de mi ciudad y al que quiero desde que empecé a jugar al fútbol”, comenta y lo hace de corazón porque en junio estaba celebrando con sus amigos en Bejanque el ascenso de su Depor.