David Herrero da un triunfo de prestigio al Karpin-Galicia
01/10/2010 - 09:45

El español David Herrero ha dado hoy a su equipo, el Karpin-Galicia, un triunfo de prestigio al imponerse en la tercera etapa de la 48 Vuelta al País Vasco, un recorrido de 195 kms. entre Erandio (Vizcaya) y Viana (Navarra).
Lo hizo al sprint y superando en el exigente repecho final al actual campeón del mundo, el italiano Paolo Bettini (Quik Step), y a español Luis León Sánchez (Caisse dÉpargne), uno de los corredores que con más pretensiones había llegado a la carrera vasca.
El bilbaíno acertó en su tercer disparo. Se le habían desviado los dos anteriores, en la primera y la tercera etapa, en las que, no obstante, fue tercero, pero ha acertado en la llegada más complicada. Se trataba de un repecho de 700 metros a un 4 por ciento de desnivel al que se llegaba tras una larga bajada desde la cima del alto de Aguilar de Codes.
Herrero se ha impuesto en un llegada en la que también esprintaron, además de Bettini y Luis León, Leonardo Duque, Davide Rebellin, Damiano Cunego, Rinaldo Nocentini e Igor Astarloa. El triunfo, de todos modos, se lo jugaron entre los tres primeros.
Fue lo ocurrido en la llegada lo más destacado de una jornada casi calcada a las anteriores, ante unos recorridos que están careciendo de la tradicional dureza de la prueba vasca, ya bastante mediatizada desde el principio por la contrarreloj de 20 kms. del último día en Orio.
Hoy, como ayer martes, también con la lluvia arreciando por momentos, de nuevo hubo escapada y control del equipo del líder, Astana. Los atrevidos de esta jornada han sido los casi desconocidos Morris Possoni (High Road) y Paul Martens (Rabobank), que han circulado muchos kilómetros escapados. Desde que saltaron en el kilómetro 30 hasta que Possoni, que se quedó solo en el tramo final de la fuga, fue reingresado en el pelotón a 21 kms. de meta.
Los escapados llegaron a contar con la apreciable ventaja de 6 minutos, pero, al final, como viene ocurriendo durante toda la prueba con las fugas medio consentidas por el gran grupo, fueron cazados a poco de meta.
Así, Alberto Contador apenas si ha tenido problemas para mantener el liderato tan brillantemente adquirido en la primera etapa con su ataque en el alto de Descarga y la 'crono' posterior hasta Legazpi.
Con el madrileño, gran favorito a la victoria antes de la prueba, y más aún después de las tres primeras etapas, el protagonismo está recayendo en el Karpin-Galicia.
Además de anotarse la victoria de hoy, el equipo de Álvaro Pino cuenta con dos corredores en puestos de podio, Ezequiel Mosquera, el desencadenante del furibundo ataque de Contador el primer día, y Herrero, poderoso y brillante en los en los peculiares sprints de la Vuelta al País Vasco.
Las pocas diferencias en carrera y los perfiles de los próximos días parece que lo van a dejar todo para el viernes, con la dura subida de 1.700 metros y rampas de hasta el 25 por ciento de desnivel en el Alto de Aia, a menos de 15 kms, para la meta, y, sobre todo, de la crono de 20 kms. del sábado en Orio (Guipúzcoa).
Antes, mañana jueves, habrá otra etapa que se prevé de transición. La ya tradicional llegada a Vitoria, habitualmente la más propicia en la carrera vasca para un sprint masivo.
Antes de acelerar a tope por las calles de la capital alavesa, de todos modos, los corredores deberán hacer frente a 171 kms. de recorrido y cinco puertos puntuables. El más duro, el primero, el Alto de la Herrera, el único de primera categoría; y el más cercano a meta, el Alto de Zaldiarán, a 10 kms. de la llegada.
El bilbaíno acertó en su tercer disparo. Se le habían desviado los dos anteriores, en la primera y la tercera etapa, en las que, no obstante, fue tercero, pero ha acertado en la llegada más complicada. Se trataba de un repecho de 700 metros a un 4 por ciento de desnivel al que se llegaba tras una larga bajada desde la cima del alto de Aguilar de Codes.
Herrero se ha impuesto en un llegada en la que también esprintaron, además de Bettini y Luis León, Leonardo Duque, Davide Rebellin, Damiano Cunego, Rinaldo Nocentini e Igor Astarloa. El triunfo, de todos modos, se lo jugaron entre los tres primeros.
Fue lo ocurrido en la llegada lo más destacado de una jornada casi calcada a las anteriores, ante unos recorridos que están careciendo de la tradicional dureza de la prueba vasca, ya bastante mediatizada desde el principio por la contrarreloj de 20 kms. del último día en Orio.
Hoy, como ayer martes, también con la lluvia arreciando por momentos, de nuevo hubo escapada y control del equipo del líder, Astana. Los atrevidos de esta jornada han sido los casi desconocidos Morris Possoni (High Road) y Paul Martens (Rabobank), que han circulado muchos kilómetros escapados. Desde que saltaron en el kilómetro 30 hasta que Possoni, que se quedó solo en el tramo final de la fuga, fue reingresado en el pelotón a 21 kms. de meta.
Los escapados llegaron a contar con la apreciable ventaja de 6 minutos, pero, al final, como viene ocurriendo durante toda la prueba con las fugas medio consentidas por el gran grupo, fueron cazados a poco de meta.
Así, Alberto Contador apenas si ha tenido problemas para mantener el liderato tan brillantemente adquirido en la primera etapa con su ataque en el alto de Descarga y la 'crono' posterior hasta Legazpi.
Con el madrileño, gran favorito a la victoria antes de la prueba, y más aún después de las tres primeras etapas, el protagonismo está recayendo en el Karpin-Galicia.
Además de anotarse la victoria de hoy, el equipo de Álvaro Pino cuenta con dos corredores en puestos de podio, Ezequiel Mosquera, el desencadenante del furibundo ataque de Contador el primer día, y Herrero, poderoso y brillante en los en los peculiares sprints de la Vuelta al País Vasco.
Las pocas diferencias en carrera y los perfiles de los próximos días parece que lo van a dejar todo para el viernes, con la dura subida de 1.700 metros y rampas de hasta el 25 por ciento de desnivel en el Alto de Aia, a menos de 15 kms, para la meta, y, sobre todo, de la crono de 20 kms. del sábado en Orio (Guipúzcoa).
Antes, mañana jueves, habrá otra etapa que se prevé de transición. La ya tradicional llegada a Vitoria, habitualmente la más propicia en la carrera vasca para un sprint masivo.
Antes de acelerar a tope por las calles de la capital alavesa, de todos modos, los corredores deberán hacer frente a 171 kms. de recorrido y cinco puertos puntuables. El más duro, el primero, el Alto de la Herrera, el único de primera categoría; y el más cercano a meta, el Alto de Zaldiarán, a 10 kms. de la llegada.