‘Déjà vu’ en La Solana

25/11/2012 - 19:40 Jaime Valladolid

Ya no puedo más, siempre se repite la misma historia, debió cantar, emulando al gran Camilo Sexto, el entrenador del Marchamalo, Emilio López Amado, al término del choque. Y es que está más que confirmado que lo del conjunto gallardo es un hábito. Un vicio del que no consigue desintoxicarse por más que lo intenta.
 
Ayer, el cuadro verdillo mostró su mejor cara: control del balón y de los tiempos, calidad y sobre todo voluntad. Eso sí, también evidenció su carencia de madurez y su falta de ideas: errores que a la postre significaron la derrota de los gallardos. Aunque pueda sonar a tópico, lo de nadar y nadar para morir a la orilla es una mala costumbre que La Solana no se cansa de vivir cada fin de semana.
 
Lo que mal empieza, mal acaba. A los nueve minutos del comienzo del choque, una jugada sin peligro aparente terminó en el fondo de la red de la portería defendida por Nacho. Un saque de banda de Escudero que pegó tres botes, y que De la Plata se tragó en un fallo de patio de colegio, acabó en las botas de David Pino, que solo, sin oposición, empujó el esférico a gol. La Solana se desesperaba: un partido más en el que el Marchamalo encajaba un tanto en contra en el tramo inicial del choque. El partido se ponía muy cuesta arriba, más aún cuando Cheik conseguía el segundo para el Hellín, después de ganar en velocidad a Tito y fusilar al cancerbero local. En 13 minutos, los albaceteños ya habían resuelto el partido. Pese a que el mauritano era una isla en el ataque, con su amplia zancada traía de cabeza a la zaga verdilla, que desbarataba como podía los intentos del Hellín. Hasta el minuto 18 no llegó una clara para los locales. Daoiz lo intentó con un centro-chut que sacó con los dedos Toni Bernal. La réplica la puso David Pino con un lanzamiento a pase de Carletes que envió Nacho a saque de esquina. En el 27, el cuadro de López Amado acortaría distancias por mediación de Daoiz. El mago verdillo aprovechó una asistencia medida de Manolo para batir por bajo al cancerbero visitante. Los gallardos creían en la remontada, pero sabían que tenían que currárselo y mucho para lograr la hazaña.
 
A ocho minutos de la conclusión del primer periodo, el Hellín pudo resolver, pero David Pino tiró a la basura el pase de la muerte de Denis, que se marchó de Moraga con gran habilidad. Tras el paso por vestuarios, el Marchamalo puso toda la carne en el asador. En el 67, Daoiz estrelló en el travesaño una falta colocadita que hizo vibrar la portería visitante. Diez minutos después, el delantero verdillo también la tuvo en un uno contra uno ante el portero que desbarató Toni Bernal. Pero los errores acaban pagándose y el Hellín, con el tiempo cumplido y aprovechando la desesperación verdilla, hizo el 1-3 por mediación de Iñaki, que batió por bajo a Nacho.
 
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