Dos alcarreñas participarán en la exigente Vuelta a Ibiza para “dar visibilidad a la mujer en el deporte”

Las ciclistas de Guadalajara integrarán un grupo de diez mujeres no profesionales, de entre 36 y 56 años, en una cita que tiene una escasa participación. Será un equipo que forma parte de la ONG Wanawake en alianza con Ciclismo para Todas, quienes están haciendo grandes esfuerzos por fomentar que cada día más mujeres se incorporen al ciclismo y se unan a pruebas más técnicas, de una forma guiada y acompañada, favoreciendo la visibilidad de la mujer.

Conocedoras por su experiencia de los impedimentos que hacen que las mujeres no vean mayoritariamente este deporte y estas pruebas como una opción para ellas, trabajan unidas para superarlos: falta de confianza, escaso tiempo para dedicar al deporte en su día a día, falta de material adecuado y tecnificación, miedo. De esta forma, los próximos 7, 8 y 9 de abril esas 10 mujeres se unirán para, juntas, demostrar que con entrenamiento, aprendizaje, acompañamiento y ganas, se logran grandes retos en la bici, en el deporte y en la vida en general.

Mujeres que han pasado de no atreverse a dar pedales, a disfrutar cada vez más del ciclismo, y querer hacerlo más y más. Durante todo el año se están esforzando por aprender, por entrenar y mejorar. Se han marcado como meta ir poco a poco participando más frecuentemente en pruebas más técnicas, y más duras, por ellas mismas, y para dar visibilidad a las mujeres y normalizar la participación y ser cada día más.

Dar visibilidad
Ana Belén Pérez (50 años) encontró en la bici una afición en la madurez que le hace sentirse bien. “Hay que visibilizar a la mujer-madre-trabajadora-deportista. No hace falta dejar esas cosas a un lado, hay que dejarnos ver porque se puede si se quiere de verdad”, comenta.

Otras de sus compañeras encuentran en esta aventura distintos retos. Así, Nati Sola, de 49 años, esta prueba supone un enorme reto, si bien reconoce que tenemos mucha suerte de tener la oportunidad, ya que otras mujeres no pueden ni plantearse hacer deporte: “La bici me da libertad y paz, me reta mentalmente y físicamente. Si podemos hacer que otras se animen a salir de su zona segura, y de paso apoyar y visibilizar a aquellas que lo tiene tan difícil, lo considero un lujo que hay que aprovechar”. Silvia González, con 51 años, líder y fundadora de Ciclismo para Todas, participa en pleno tratamiento de quimioterapia, pero no hay quien la pare: “Me gusta la bici porque me hace sentirme feliz, me da energía, hace que supere mis limites, que me esfuerce q me proponga retos... me apasiona”. Ana López García, de 49 años destaca que “la bici es libertad y qué cosa mejor que compartirla para dar visibilidad a esa gran cantidad de mujeres que no han crecido con nuestra suerte y tienen que luchar por ella con uñas y dientes, enfrentándose a su familia, a su cultura”. La principal motivación de Rosa Sandoval, 36 años,  para realizar la Vuelta a Ibiza, es “dar visibilidad a proyectos que luchan contra la violencia de género, intentando concientizar a las personas sobre los maltratos que sufren muchas mujeres. De esta forma cada uno puede poner medios y formar parte de la solución a este abuso, cambiando la vida de millones de niñas y mujeres”

Mujeres, todas ellas no profesionales, que no dudan en, además de dar pedales, ayudar a otras mujeres en peor situación. En la prueba lucirán decoraciones muy originales en su equipo deportivo, para apoyar a la ONG Wanawake Mujer. 

Las ciclistas tendrán como meta no sólo finalizar la prueba, sino animar al mayor número de personas (participantes de la prueba, entorno cercano, familiares, etc) a lucir flores y así ayudar a más mujeres en situación de extremada vulnerabilidad, convirtiéndose así en "Embajadoras MAUA (flores en suhajili), por la igualdad de género"

Su slogan será ‘Llena la Vuelta a Ibiza en MTB Sott by Shimano de flores/mujeres‘

Mónica Batán, directora de la ONG Wanawake, es una más del equipo: "Es muy importante para mí estar aquí y ser una más. Queremos que cada vez más mujeres descubran los beneficios que aporta este deporte, que sepan que se puede con entrenamiento y técnica, y que los más jóvenes normalicen el ver a las mujeres de forma paritaria en pruebas más duras y técnicas. Además, en este aprendizaje las mujeres que participan quieren ir más allá y ayudar y visibilizar a mujeres en extrema vulnerabilidad, supervivientes de las peores prácticas de la violencia de género. Lucen orgullosas sus flores y cintas porque saben que al lucirlas mucha gente se interesará por el objeto y ellas podrán sensibilizar respecto a la mutilación, el matrimonio y la trata, aportando su granito de arena. Y animan a todo el que pasa a llevarlas también".

Estamos seguras de que el equipo al completo finalizará la prueba.  Incluso alguna de ellas haciendo pódium, pero para ellas lo más valioso es que lo lograron juntas, porque "juntas somos más fuertes".