El Atlético apaga el infierno griego

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
FÚTBOL- PREVIA LIGA DE CAMPEONES
El Atlético de Madrid daba ayer un paso de gigante hacia la liguilla de la Liga de Campeones tras imponerse al Panathinaikos (2-3) en Atenas en la ida de la fase previa en un gran partido ofensivo. Los goles de Maxi, Forlán y Agüero ratificaron la superioridad de los de Abel y dejan casi sentenciada la eliminatoria que tendrá su correspondiente partido de vuelta la próxima semana, en el Calderón, en lo que puede ser la gran fiesta rojiblanca. El partido salió redondo para los madrileños, aunque también toco sufrir.
Merecido y trabajado triunfo del Atlético de Madrid en Atenas ante un Panathinaikos inferior que se mostró muy débil cuando el equipo de Abel pisó el acelerador, sobre todo en el segundo tiempo y tras el tanto de Salpingidis.
Forlán y Agüero volvieron a demostrar que forman una de las mejores delanteras del mundo y el resultado, que pudo ser todavía mejor, se antoja más que suficiente para superar la eliminatoria sin demasiados problemas.
El inicio tuvo lo esperado. Un vendaval verde que buscaba sin cesar rápidas contras para hacer daño a la defensa colchonera. Cissé dio un par de sustos, con palomita incluida de Asenjo en uno de ellos, y Salpingidis la metió en el fondo de la red, pero el trío arbitral interpretó fuera de juego. Los seguidores colchoneros se temían lo peor, pero en éstas llegó Maxi y calmó los ánimos.
Los rojiblancos se fueron al descanso con ventaja pero salieron dormidos tras el parón, momento que aprovecharía Salpingidis para hacer el gol de los griegos. Pero si este Atlético tiene algo es gol. Y el gol en el conjunto colchonero tiene desde hace tiempo dos nombres: Forlán y Agüero. El uruguayo la ajustaba al palo, ante la inútil estirada de Galinovic, tras recoger el rechace de un zurdazo impresionante de Maxi al larguero (1-2 min.65). El Atlético volvía a situarse por delante y la fiesta goleadora daba comienzo y que se completaba con el tercero de Agüero. No obstante, aún había tiempo para sufrir con el gol heleno, pero casi sin importancia.