Un pequeño paso para el Azuqueca pero un gran paso para conseguir la salvación. La cuarta victoria consecutiva de los rojinegros que suman ya 12 puntos de 15 posibles les permite ciertas licencias, alivio y evidentemente una enorme tranquilidad. Este primer bloque de cinco jornadas ligueras se ha saldado de forma inmejorable para el conjunto que dirige Miguel López. Con 12 puntos en las alforjas, en palabras del propio técnico alcalaíno, sólo faltan 35 para lograr el objetivo.
En plena efervescencia por las fiestas patronales, ello y las ausencias de Pancorbo y Raúl Alcocer, suponían un serio aviso, el Azuqueca enlazó su cuarta victoria consecutiva, dotada de una nada desdeñable cuota de sufrimiento. La improvisada solución al problema de la retaguardia fue colocar una zaga inédita hasta la fecha pero no por ello bisoña compuesta por Fuentenebro, Kike, Fran y Manzano. Lo que no cambió es la forma de entender el juego, la fórmula López López se mantuvo intacta. Sin embargo, hubo que esperar unos minutos para que todas las piezas se acoplaran a la perfección. Ese tiempo fue aprovechado entonces por su rival para rondar el marco local. Primero Kike, en un balón alto, después Isaac y más tarde Kike Espinosa, pusieron cerco al área azudense pero se toparon siempre con un muro: Javi Alonso. Ese primer cuarto de hora, vino a evidenciar algunas lagunas en el cuadro rojinegro ante un recién ascendido como el Talavera, que partía como el atrezzo perfecto para redondear la fiesta en el San Miguel. Nada más lejos de la realidad. No obstante, una vez subsanadas las fisuras, el partido tomó otro cariz.
El Azuqueca dejó de sufrir las embestidas rivales, aunque por contra, no daba con la tecla para hilvanar su juego habitual. Esaú partía como solitaria baliza en ataque y la ineficacia en la elaboración provocaba continuas imprecisiones. De repente, y casi de la nada, pudo adelantarse el equipo de Javier Rosado. Fue en un mano a mano de Isaac salvado por Javi Alonso y cuyo rechace no fue aprovechado por Infantes. Con Rafa Espada y Pascu desaparecidos en ataque, Roberto puso fin a la mediocridad con un disparo seco, plano, con el exterior del empeine, y casi desde el centro del campo, que murió en la cruceta con la inestimable colaboración de Dani, que desvió con la punta de los dedos.
Había faltado criterio en el primer tiempo, en el segundo, el Azuqueca estaba inmerso en la búsqueda de la brújula cuando se encontró con el 1-0. Y éste llegó como justo premio al inquebrantable acoso de Esaú a la zaga visitante. Tras una falta lateral botada por Pascu y rematada en primera instancia por Roberto. Al rechace, el más alto, pero también el más listo y por qué no decirlo, el más pesao. Esaú abría la lata y además, en un momento crítico, seis minutos después de que equipo se quedara con diez por expulsión de Fran. La inferioridad debió sentarle bien al conjunto rojinegro, que amplió diferencias con el segundo tras provocar Rafa Espada una pena máxima. A raíz del 2-0, el Talavera no quiso resquebrajarse y optó noblemente por intentar contrarrestar el resultado, ocasiones tuvo, sobre todo Kike Espinosa, pero en todas apareció del meta Javi Alonso, encumbrado con una actuación de fuera de serie.
FICHA:
AZUQUECA: Javi Alonso, Kike, Fran, Fuentenebro, Diego Manzano (Paris, min. 72), Rafa Espada, Álvaro Mata, Pascu, Charly, Esaú (Javi Hernández, min. 76) y Roberto (Lucas, min. 81).
UD TALAVERA: Dani, Víctor, Seco, Óscar, Pulido, Madrigal, Kike Aragón, Edu (Pinilla, min. 71), Infantes (Rober, min. 71), Kike Espinosa e Isaac (Elías, min. 66).
ÁRBITRO: Montealegre Santiago (Ciudad Real), asistido en las bandas por Fernández Tejero y Calderón Elez. Mostraron cartulinas amarillas a Rafa Espada, Fuentenebro y Paris por parte del Azuqueca y Edu y Seco por parte del Talavera. Fue expulsado Fran, de los locales, por doble amarillas en el minuto 59.
GOLES: 1-0, Min. 65: Esaú. 2-0, Min. 70: Pascu (de penalti).
INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la quinta jornada de Liga en el Grupo XVIII de Tercera División disputado en el campo de San Miguel ante cerca de medio millar de espectadores.