El Azuqueca no se baja de la nube

Ante la trascendencia del envite, los de Miguel López hicieron alarde de sus mejores armas desde el comienzo. Con la presión muy adelantada y no dejando respirar a Juli y Bayarri en la medular, el cuadro blanquiazul caía en continuas imprecisiones. Había alternancia en el dominio. El choque discurría sin ocasiones reseñables y máximo equilibrio hasta que un controvertido penalti empezó a desnivelar la balanza a favor de los locales. Remató Charly desde la frontal del área y el cuero se estrelló en la mano de Víctor. El defensor alegó tenerla pegada al cuerpo pero el colegiado señaló la pena máxima y Esaú batió por bajo a Machuca desde los once metros. Pasada la primera media hora, el conjunto azudense no reducía ni un ápice su impresionante despliegue físico y continuaba maniatando al Talavera. Por si acaso, en la retaguardia, Pancorbo –excelente en el cruce y en las coberturas– y Miguelón se mostraban impecables deteniendo cualquier acometida de Rubén Moreno o Pedro Luis, muy activo desde el carril del 10. Tras el paso por los vestuarios cambió el guión.

El Talavera cogió el mando del partido aunque sin inquietar la meta defendida por Javi Alonso. Pero no sesteó con el marcador el Azuqueca. Prueba de ello fue la entrada de Javi Robledo por Olcina. Un delantero por un defensa y Tena desplazado al lateral izquierdo. Los locales se desquitaron poco a poco del dominio visitante y fueron ganando metros. Una falta directa de Pascu que se escapó lamiendo el poste fue la antesala del 2-0. La jugada nació de las botas de Javi Robledo. El ariete yunquerano que reaparecía tras una lesión, puso un magnífico centro desde el costado derecho. Repelió el portero y el rechace lo cogió Cuqui pero Roberto Izquierdo le robó la cartera y cruzó el esférico ante la salida de Machuca. La sentencia fue celebrada con euforia por el San Miguel. Además la jornada salió redonda para el Azuqueca que aventaja en seis puntos a Talavera y Hellín y en ocho al Villarrobledo.