El Azuqueca pone fin a la cuesta de enero

31/01/2016 - 16:46 Ana G. Hernández

En el minuto 92, el cronómetro se paró. Se detuvo exactamente tres segundos. El tiempo exacto para que el chut de Esaú entrara en la portería defendida por Juanma y el San Miguel saltara de alegría, destrozando en trizas el trabajo realizado por La Gineta durante todo el partido. El disparo del goleador rojinegro no fue preciso, ni potente, pero entró después de rebotar en Fernan en la frontal despistando al cancerbero amarillo. Ni si quiera, el tanto hizo justicia a lo visto sobre el terreno de juego. Y es que, un Azuqueca sin ideas se estampó una y otra vez ante el muro de contención manchego. Cierto fue que los rojinegros propusieron más que su rival, era su oblicación, pero también que la baja de Roberto Izquierdo y la falta de confianza de este 2016 hacían mella al conjunto entrenado por Joselu Sánchez, que a duras penas conseguía llegar a la meta rival. De hecho, tuvo que ser una acción aislada la que le dio sus primeros tres puntos de este año. Tres puntos añorados y muy necesitados para seguir el ritmo impetuoso que marca el Conquense en lo más alto de la clasificación.


Antes del gol de Esaú, el Azuqueca había dominado, pero sin grandes ocasiones que reseñar. La primera, un remate de Javi Heranz, fue en el minuto 7 y la segunda, en el 10, llegó a través de un córner. Y es que, el balón parado y los centímetros que separaban a ambas escuadras serían el gran quebradero de cabeza para La Gineta en el San Miguel. No en vano, en el 27, otro balón parado botado por Rojas estaba a punto de introducirse en la jaula. En el saque de esquina consiguiente y con el pie de Rojas de por medio, Pancorbo puso en apuros a Juanma. Por su parte, La Gineta contestaba con una falta arriba de Josete y un remate de Collado tras varios rechaces en el área local. No obstante, en el 43, volvía a ser Pancorbo el que estaría otra vez a punto de inaugurar el marcador a centro de Rojas. Pero su testarazo lo salvó Juanma con una soberbia estirada.


Tras el descanso, Javi Heranz se topó con el palo en un centro que se envenenó y después, el desierto, sin un oasis que mitigara la sed del público del San Miguel, ávidos de que sucediera algo. Y es que, La Gineta estaba parando el partido y consiguiendo maniatar al Azuqueca. De hecho, Joselu Sánchez tuvo que optar por defensa de tres y más calidad arriba con la introducción de Chilo, Miguel Ramos y Padrillos, pero el tanto no llegaba a pesar de que éste último dispuso de otra gran oportunidad en el 40. Solo Esaú, con un disparo a la desesperada, con más corazón que cabeza, fue capaz de perforar la portería visitante.