El Azuqueca sigue anclado en 2013
02/02/2014 - 17:23
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De nuevo la sensación de no saber por qué se ha perdido. El gran partido del Azuqueca no pudo venir acompañado de un triunfo, tal vez merecido, y ni tan siquiera con el consuelo de un empate. Porque al Socuéllamos se le apareció la virgen al marcar Chato el único gol del encuentro a falta de dos minutos para el final. Pocas explicaciones posibles salvo que el fútbol se está cebando con el pobre Azuqueca. Eso y seguramente la reiterada falta de oficio que tantas veces ha reiterado Miguel López. Sino no se puede entender que en los primeros cinco partidos de 2014 los rojinegros solo hayan sumado un punto.
El primer tiempo del conjunto azudense fue magnífico, dominando en la zona ancha y maniatando por completo a los azulones. De hecho, la primera jugada organizada ya entrañó serio peligro para la meta de Juanjo. Centro de Fuentenebro, cabezazo de Pablo Jiménez repelido por el cancerbero y rechace enviado a las mallas por Tito. Era el minuto 5 y el gol no subió al marcador por fuera de juego pero las cartas estaban sobre la mesa. Los locales ocupaban los espacios de forma inteligente. Pablo Jiménez y París marcaban el tempo del partido mientras que los socuellaminos se esforzaban en replegarse y acumular hombres en la contención, casi renunciando al ataque por bandas. Arriba, el tándem formado por los inquietos Javi Bolo y Memsha se buscaba las habichuelas exigiendo la máxima concentración a Miguelón espectacular una vez más, Olcina y Baeza pero casi siempre en jugadas aisladas.
Por momentos, los rojinegros raseaban el cuero como los mismos ángeles llegando al área contraria con facilidad aunque sin mordiente. Si el Socuéllamos tenía más recursos no lo parecía y antes de encarar el túnel de vestuarios Fuentenebro perdonó el 1-0 al no atreverse a disparar de primeras en una acción rápida dentro del área.
Tras el descanso, los dos equipos siguieron jugando a la paciencia, los de Miguel López con el balón y los de Ángel García Cosí intentando recuperarlo. El Azuqueca siguió dominando pero el partido se abrió y el Socuéllamos empezó a aumentar su, hasta entonces, escasa presencia en ataque.
Tras un periodo de tregua, Miguel López jugaba su última bala dando entrada a Pascu. Reinó entonces el descontrol y la anarquía aunque del talento del crack se originó la mejor oportunidad del encuentro solo que Olcina no supo definir en el mano a mano con Juanjo.
Si alguien pensaba que el Azuqueca se iba a conformar con el 0-0 ante el mejor visitante de la categoría (con la de ayer 11 victorias, dos empates y cero derrotas) estaba equivocado. Entrando en la recta final Miguelón pasó a la delantera pero en plena vorágine ofensiva llegó el tanto visitante gracias a un disparo raso de Chato desde la frontal del área. A la desesperada, los locales colgaron balones en aras de conseguir el empate pero éste no llegó y hubo que lamentar otra derrota injusta.