El Azuqueca tira de oficio en Villarrobledo para lograr el primer punto de la temporada

Los hombres de Sergio Rubio, que ni pisaron el área durante toda la segunda parte, encontraron el camino del gol cuando estaban en inferioridad en el marcador y sin recursos, ante un Villarrobledo que se confió en exceso y dio por muerto a un rival constante y trabajador.

El calor, lo pesado del terreno de juego o el hecho de ser dos equipos en construcción fueron losas demasiado grandes como para ver de salida una apuesta valiente. Sobre el papel, el Villarrobledo debía ser protagonista y el Azuqueca buscar alguna réplica o castigo del error del rival. Para el numeroso público congregado en el Nuestra Señora de la Caridad, solamente la calidad y vocación ofensiva de Canty ofrecía atractivo o emoción.

Avisó primero el equipo entrenado por Sergio Rubio, en un balón interior filtrado por Cabanillas a Titi Maiga que el malí resolvió precipitado a la media vuelta. El atacante tiene movimientos interesantes, pero necesita aún muchas sesiones de cara a la portería rival. El meta Adri Real, poco después, le negaría el premio a Lucas en un balón colgado que se envenenó hacia la portería.

La muy ocasional presencia en las áreas y la todavía menos frecuente alegría ofensiva de unos y otros tuvo su punto álgido en una prolongación, tras la ejecución de un balón parado, que Josemi recogió en boca de gol. El futbolista del Villarrobledo, con todo a favor, consiguió superar a Miguel Ángel. Guille, providencial bajo palos, evitó el tanto. Titi Maiga perdonaría para el Azuqueca de forma incomprensible, acto seguido, desde el punto de penalti y con todo a placer. Quiso remachar con tanta fuerza que se le olvidó apuntar.

A falta de futbolistas, el colegiado Hervás Muñoz fue el actor principal de una primera parte en la que echó a la calle al visitante Cristian por protestar la amonestación a su compañero Guille, y en la que llegado un punto prácticamente se saldó cada acción con amonestación. Eso, sin que hubiera juego violento mediante.

El descanso
El paso por los vestuarios le cambió radicalmente la cara a ambos equipos. Salió el Villarrobledo como un boxeador que quiere acorralar a su rival contra la esquina. El saque de centro se convirtió en una acción de estrategia en sí, con Jorge García a punto de resolver en el segundo palo. El mediapunta fue omnipresente y en solamente cinco minutos generó tres situaciones de gol. A la cuarta, la resistencia se derrumbó. Rubén Gómez ganó la línea de fondo tras varios intentos de rechace de la zaga del Azuqueca y puso un centro al primer palo. Jorge García anticipó y tocó sutil para hacer imposible la estirada de Miguel Ángel.

Pudo dejar visto para la sentencia el cuadro entrenado por Miguel Aroca, pero se confió en exceso y dejó revivir a un Azuqueca que no había dado síntomas de vida en toda la mañana. Acostumbrados a sobrevivir, los de Sergio Rubio solamente necesitaron de una falta relativamente cerca del área. Un balón loco, que nadie acertó a despejar, le cayó a Guille, que libre de marca remachó para poner un increíble empate. Los locales, que lo habían hecho todo para ganar, se vieron con un cuarto de hora para ganar un nuevo minipartido, pero el Azuqueca era ya demasiado fuerte mentalmente para dejar escapar un punto trabajado y muy sufrido. No pasaría nada más.

LA FICHA

Villarrobledo: Adri Real; Luismi, De la Cruz, Calero, Rubén Gómez; Canty, Yalike, Christian López (Alfon, min. 86), Correa (Álex Valerio, min. 68); Jorge García (Javi Feria, min. 79); y Josemi.

Azuqueca: Miguel Ángel; Lucas, Corral, Gonchi, Néstor; Cabanillas (Ambo, min. 89), Guille, Juancar (Vicente, min. 65), Carballo (Barrena, min. 86); Saballs; y Titi Maiga (Capi, min. 65).

Árbitro: Hervás Muñoz (Ciudad Real). Expulsó con roja directa al futbolista del Azuqueca Cristian (min. 33), que estaba en el banquillo. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Canty, Luismi y Yalike, así como a los visitantes Guille, Saballs, Lucas, Néstor y Corral.

Goles: 1-0 Jorge García (min. 52); 1-1 Guille (min. 78).

Nuestra Señora de la Caridad. 500 espectadores.