Foto: José Luis Algara
La sensación con la que se marchó el millar de personas que presenció en el San José la paliza del líder a un cabizbajo Quabit se resumiría en un comentario tan real y aplastante como la diferencia que existe entre una y otra plantilla: Si es que son muy buenos... y más aún si Fernando Bolea no tenía prácticamente nada en el banquillo. Ni Mateu Castellá con una fractura en el hueso nasal viendo el partido en la grada y a quien ovacionó la afición cuando desde megafonía se le nombraba, ni Mateo Garralda, sentado en una silla, mordiéndose las uñas sin poder ayudar a sus compañeros y enfrentarse al club que le convirtió en leyenda, y por si fuera poco, Coque Fontenla, en el banco impotente sin poder hacer nada y recuperándose de unas molestias en una de sus vértebras después de la batalla en la que se convirtió el derbi regional. Ningunó jugó.
Ni mucho menos las bajas se pueden presentar como excusa ante el hoy por hoy mejor equipo del mundo, pero evidentemente lastraron y de que manera el engranaje defensivo de los alcarreños que ya salieron a la pista conocedores de lo que iría a pasar 60 minutos más tarde.
Una defensa impenetrable
Costó que entrara el primer balón en la portería de Saric, lo intentaron De la Salud, Valles en dos ocasiones y Rudovic, tuvo que ser Javi Parra en una contra letal el que abriría el marcador para el Quabit. Los culés ya habían anotado tres goles y empezaban a poner tierra de por medio, y eso que Basmalis con sus vuelos desde el extremo se esforzaba por que la renta fuera la menor posible.
Los tantos consecutivos de Juanín y Víctor Tomás obligaban a Bolea a pedir tiempo muerto con 6-11 en el luminoso del San José. La ventaja visitante iba en aumento y así al descanso la paliza empezaba a ser seria (11-23). La fuerte defensa catalana frenaba todos los intentos de lanzamiento de los alcarreños. Rudovic se topó con un muro y ni el desparpajo de Alfonso de la Rubia abría esa muralla azulgrana.
Jorge Gómez y Edu Reig
En la reanudación, el Barça seguía con el rodillo y sin quitar el pie del acelerador. Aguirrezabalaga, Sorhaindo, Entrerríos y Juanín llevaban el choque a su máxima ventaja (11-27). De la Salud, un canterano del Barça, sería el encargado de frenar la sangría. Las paradas de Jorge Gómez también contribuían aunque era imposible acercarse mucho más en el marcador. Los goles de Reig, muy efectivo en la suerte de los siete metros y en el contraataque, maquillaban ligeramente el duelo (16-31).
Pasaban los minutos y el objetivo de los de Bolea era disfrutar, aunque cuando la defensa azulgrana te maniata de esta manera es difícil hacerlo y por supuesto, la afición tampoco, que a medida que el choque llegaba a su fin bajaba los decibelios.
Fue gracias a una espectacular contra iniciada por Parra en la defensa y que cedía a Reig en estado de gracia para batir a Sjostrand cuando el público reaccionó y despertó de su letargo (22-36). Catorce goles de diferencia y un mal ataque catalán daba al Quabit la oportunidad de ponerse a 13, que visto lo visto no estaba nada mal para el chaparrón que estaba cayendo en el San José. Pero una discutida falta en ataque de Epeldegui impedía el gol local, que se transformaría en un aplastante 22-40 gracias al buen hacer de Víctor Tomás, un maestro en el arte del contragolpe.
Ahí se acabó el partido, si en algún momento hubo tal. Las diferencias son abismales y Guadalajara era consciente de no poder competir, por eso se empezó a animar con pequeños detalles como una sensacional jugada individual de De la Rubia, otro golazo de De la Salud, que lo estuvo intentando toda la noche, y ya con el partido finalizado y repartiéndose abrazos los unos a los otros, el postrero tanto de Reig, mano a mano con Sjostrand, al que enloqueció en los siete metros con lanzamientos de todos los colores. Al final, 25-40 y la afición tributó a sus jugadores una emotiva ovación, que es con lo que hay que quedarse.
LA FICHA
QUABIT BM GUADALAJARA: Jorge Oliva (10%), Javi Parra (2), Edu Reig (8), De la Rubia (2), Basmalis (3), Epeldegui (1), De la Salud (4), Rudovic (4), Chyro Blazevic (1), Valles (-) y Jorge Gómez (38%).
FC BARCELONA: Saric (36%), Noddesbo (5), Juanín (5), Tomás (9), Entrerríos (3), Sorhaindo (4), Sarmiento (3), Nagy (2), Jermenyr, Aguirrezabalaga (3), Rutenka (3), Morros, Igropulo (3) y Sjostrand (35%).
ÁRBITROS: Merino Mori y Moyano Prieto (Castilla y León). Excluyeron a los locales Epeldegui y Blazevic, y a los visitantes Nagy, Jermenyr y Viran Morros.
PARCIALES: 1-4/4-6/6-13/7-16/9-19/11-23 -descanso-12-28/15-31/18-34/20-36/22-38/25-40.
INCIDENCIAS: Encuentro adelantado de la cuarta jornada de la Liga Asobal, disputado en el Polideportivo San José antes 1.000 espectadores. Buen ambiente.